Bilbao da el paso crucial para limitar el precio de los alquileres en toda la ciudad

El plan estará vigente durante los próximos tres años y traerá aparejado medidas para tratar de destensar el mercado del alquiler que, en el caso de Bilbao «está desbocado», ha apuntado Itxaso. El consejero ha señalado que en el conjunto del municipio, el gasto medio de alquiler más suministros representa más del 30% de la renta familiar disponible, uno de los requisitos que contempla la ley de vivienda para poder acogerse a la declaración de zona tensionada. Aunque Abando es el único barrio donde no se traspasa este umbral, «su inclusión se ha considerado indispensable».

En cuanto a las subidas de alquiler, los pequeños propietarios que firmaron un contrato después de mayo de 2023 deberán limitarlas al índice de precios de arrendamientos que actualiza el INE cada mes y que en julio se situó en un 2,15%; en el caso de rentas anteriores a esa fecha, las subidas se guiarán por el IPC.

Los grandes tenedores (con cinco o más viviendas) no podrán incrementar los alquileres por encima del índice de precios de referencia, un indicador que aún no está disponible en Euskadi y todavía no hay previsiones de cuándo lo estará. Las diputaciones siguen recabando los datos para poder hacer el cálculo, que también será aplicable a los hogares que lleven más de cinco años sin salir al mercado inmobiliario y a los que lo hagan por primera vez.

En Bilbao hay 30.600 personas a la espera de una VPO -por ahora la ciudad cuenta con 9.480- y los alquileres de media rozan los 900 euros. Además, cuenta con 8.000 viviendas vacías y el plan trienal pasa por incorporarlas al mercado del alquiler asequible a base de incentivos como subvenciones para su adecuación. En lo que respecta a los pisos turísticos, que representan el 0,7% del parque total, se ofrecerá asistencia a comunidades de propietarios y se suspenderán de forma cautelar las nuevas licencias. También se reforzarán las ayudas para afrontar el pago de la vivienda, con programas como Gaztelagun, que eleva el límite para solicitarla a 900 euros mensuales, o Emantzipa.

Sobre la mesa para los próximos tres años también está la construcción de nuevos hogares. El responsable del área vasca de Vivienda y el alcalde recordaron que en este horizonte se ampliará el parque de vivienda pública. Se prevé construir y entregar las llaves de 1.090 pisos. La mayoría, 890, serán promovidos por el Gobierno vasco en Bolueta, Zorrozaurre, Cortes, Olabeaga y Mina del Morro, y se destinarán tanto a la compra como al arrendamiento asequible. Por su parte, el Ayuntamiento promoverá la creación de 200 alojamientos dotacionales pensados para alquileres limitados en el tiempo y de precios más reducidos. Se ubicarán en Amezola, Gaztelondo y Arabella.

Unido a esto, el Consistorio ha proyectado la cesión de nuevos suelos para que el Gobierno Vasco promueva, a medio plazo, otros 400 recursos residenciales adicionales en régimen de alojamiento dotacional. Algo que ha destacado el consejero: «No hay ningún ayuntamiento en Euskadi que cuente con una apuesta, ambición y un nivel de colaboración más alto que el de Bilbao», alabó. Por su parte, Aburto ha celebrado las nuevas medidas, pero ha recordado que la declaración de zona tensionada «no será la panacea que solucione de golpe y porrazo todos los problemas» y ha insistido en que «la mejor política de vivienda es que la gente, sobre todo los jóvenes, tengan salarios dignos».