«La afición de Miribilla molesta de modo muy educado al rival»

- El Murcia está haciendo una buena temporada.

- Es histórico lo que está haciendo el UCAM Murcia. Es la primera vez que se ha clasificado por méritos deportivos para la Copa del Rey. Esta semana es la única que en los últimos cuatro-cinco meses ha estado fuera del play-off. Semifinales Copa del Rey, play-off... No nos podemos quejar de nada, aunque somos ambiciosos y queremos competir hasta el final.

- La defensa del Murcia tiene la etiqueta de contundente.

- Estábamos contentos con nuestra defensa hasta los últimos partidos fuera de casa, donde no hemos sido lo intensos y disciplinados que podemos ser. No estamos satisfechos por los partidos del Manresa, Baskonia ni Fuenlabrada. Vamos a intentar tener una mejor defensa en Bilbao porque si no la victoria será imposible.

- El UCAM también es un equipo muy ofensivo.

- Estamos contentos. Siempre estamos por encima de 85-90 puntos y eso nos convierte, después de Manresa, en el segundo equipo más anotador. Pero si no defiendes serio durante 40 minutos las opciones de ganar, sobre todo fuera de casa, se reducen a menos del 30%.

-¿Cómo ve al Bilbao Basket?

- Muy bien. La estabilidad ha llegado de la mano de Álex Mumbrú y al proyecto del club en los últimos años. No miro solo a los resultados. Lo importante es el estilo, la identidad, la estabilidad a nivel de club que refleja lo que Bilbao Basket y sus aficionados quieren: ser competitivos en cada partido y mostrar un talante ofensivo y defensivo de mucho nivel. Desde la llegada de Álex lo veo magnífico.

- Juegan en Miribilla, una de las canchas más difíciles de la ACB.

- Siempre veo difícil jugar allí. El año pasado el Bilbao Basket logró menos resultados en Miribilla porque no había público. Le perjudicó más al no tener aficionados en la pista porque Miribilla es fiel a sus jugadores, a su entrenador, y entiende de baloncesto. Además, molesta de una manera muy educada, molesta mucho al equipo contrario porque siempre tiene muy buena entrada. Eso forma parte del ADN de Bilbao Basket: su gente y el campo.

- ¿Cree que parte de la afición vizcaína no olvida que se marchó de Bilbao al Baskonia?

- Comprendo que el aficionado pueda entender que yo me fui del Bilbao a Baskonia, pero es falso. No tenía ninguna intención de firmar por Baskonia cuando dejé el Bilbao Basket. Luego tuve la suerte de que dos o tres equipos, no solo el Baskonia, a lo largo del verano se pusieron en contacto conmigo y al final recalé en Baskonia. Así como sí que acabé mi periplo en San Sebastián y fiché por Bilbao, no corté mi contrato con Bilbao Basket para ir a Baskonia. Eso es totalmente falso. Entiendo la reacción de alguna gente y siempre la respetaré porque lo he pasado tan bien en Bilbao que no puedo tener rencor a ningún aficionado de los que silben cuando entre (a la cancha).

- ¿Qué le parece que se apartara el 15 de Mumbrú en Miribilla?

- Tengo una experiencia con Álex muy bonita y sentimental. Viví con él uno de los momentos más difíciles del club. El club me fichó y desapareció a los quince días. Me gustó la capacidad de liderazgo de Álex para intentar que su club no desapareciera. Con un trabajo muy bueno de él y con Carlos del Campo a la cabeza y su junta directiva se logró hacer algo fantástico. De estar desaparecidos a quedar quintos de la liga regular, a jugar la Copa del Rey. Es un buen recuerdo de algo que hicimos todos juntos, liderando el proyecto con jugadores como Mumbrú y Hervelle, y como cabeza pensante, Carlos del Campo, que está ahora al mando con Isabel (Iturbe). Que se cuelgue la camiseta de un jugador que hizo tanto por Bilbao me parece lo más justo y merecido.