Spagnolo arregla el descosido
Sin Forrest ni Howard, el italiano agarra la batuta, anota 12 puntos en la segunda mitad con tiros de calidad e impulsa el despegue de Diakite
Matteo Spagnolo es un «joven-veterano» que con 22 años guardó la ropa del Baskonia cuando amenazaba tormenta y salvó los muebles. La definición de ... Pablo Pin sobre el jugador italiano llegó por la tranquilidad que otorgó al juego del equipo azulgrana cuando estaba al borde del colapso. El encuentro de Granada dejó constancia que el Baskonia es un equipo con potencial si los exigidos intentos triples por parte de su entrenador entran en la cesta y que se desordena cuando la puntería no le sonríe. La pólvora exhibida en el primer cuarto, con un 6 de 7 inicial, se secó de forma gradual y tuvo que emerger el canterano del Real Madrid para actuar como un oasis en el desierto.
El escolta de Brindisi estaba ya bien aleccionado desde antes del inicio. Galbiati charló con él de forma individual para pedirle que jugara a sus órdenes en el curso 2021-2022 en el Cremona. Sin sentir la presión y dar solución a alguno de los problemas del equipo, como la rigidez en los ataques en estático, la falta de desequilibrio en el uno contra uno o la aceleración, por momentos, sin cabeza. El Baskonia pudo echar también buena mano de las piernas del transalpino, que se afanó en la defensa del perímetro para que bajo los aros Diakite terminara por cambiar el signo del partido tras el 80-79 a falta de dos minutos.
Las cosas empezaron todo lo bien que podían empezar tras conocer que Samanic se sumaba a las bajas de Forrest, Howard y Kurucs. Junto con el nuevo fichaje, Kobi Simmons, al que se espera en las próximas horas, conforman uno de los quintetos que más calidad puede reunir sobre la pista este curso bajo la camiseta azulgrana. De primeras, tomó la responsabilidad un buen Rafa Villar tanto en ataque como en defensa. En el inicio, el Baskonia varió sistemas, anotó canastas en el dos para dos, tras saque de fondo, en jugadas de dentro a fuera y con un especial acierto desde la línea exterior. El juego fluía y exhibía esa impresión ya olvidada del equipo de Euroliga que impone su superioridad el domingo en la ACB.
La sensación de jugar atropellado, penalizado por las faltas y a remolque correspondía esta vez al rival. A un Granada por momentos con piel de Asvel que, a base de lograr el control del rebote, y ajustarse en defensa, empezó a reaccionar. El parcial de 13-4 al final del segundo periodo fue un buen atisbo de lo que le esperaba a los visitantes a la vuelta del descanso.
El Baskonia sufrió el habitual fundido de luces que acusa en cada partido. En ataque, los buenos intentos triples de Nowell y Frisch, que se salió de dentro, cortaron el ritmo del ataque azulgrana y fue una merma para la confianza. En defensa, los problemas para cerrar el rebote terminó por poner contra las cuerdas a los de Galbiati, necesitados de unas manos sosegadas. Ahí emergió Spagnolo, primero con dos canastones de talento individual, uno contra uno, que desatascó la ofensiva y templó el ambiente.
Galbiati optó por el italiano como timonel por los apenas tres minutos de Nowell en el último cuarto. Los 12 puntos del exjugador del Alba Berlín en el segundo tiempo permitieron la supervivencia del Baskonia a la doble jornada de Euroliga. La plaga de lesiones sirvió para sumar piezas a la ecuación como un Diakite clave para ganar sin ningún triple en los últimos 10 minutos. Dos tapones contuvieron el ímpetu de Bozic en el poste bajo, que pasó el balón en la última acción para alegría de la piña final del Baskonia. Comandada por Sedekerskis, que hizo el esfuerzo de jugar con molestias. «Orgulloso de todos», les dijo el capitán antes de recordar que «hay que seguir».
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