Melwin Pantzar | Base del Bilbao Basket
«Quiero jugar por lo menos en la Euroliga y sé que puedo hacerlo»El timonel sueco, que desconocía que el Real Madrid tenía equipo de baloncesto antes de que le ficharan, desoye por ahora el interés de otros clubes: «Respeto mucho mi año de contrato»
Melwin Pantzar (Estocolmo, 2000) fue uno de los privilegiados que ayer presenció la final de la Europa League en San Mamés. «Me consiguió entrada Dejan ... Kulusevski (Tottenham). Somos de la misma ciudad, nacimos el mismo año y nos hicimos amigos a base de vernos mucho. Conocemos casi a la misma gente», relata la mayor amenaza del Bilbao Basket. Como si Suecia fuera un pañuelo. Hasta hace poco, el baloncesto escandinavo lo era. Reinaba el fútbol. Ahora tienen más jugadores en la NBA (Pelle Larsson y Bobi Klintman) que España (Santi Aldama).
Al cotizado base, rival este sábado del Baskonia, casi le obligó su madre a empezar a jugar. Paso a paso, logró hacerse un hueco en la ACB hasta ser una de las sensaciones de la competición. Promedia 9,8 puntos y 3,8 asistencias, es cupo de formación por sus tres años en el Real Madrid, y dispone de una fisionomía privilegiada. Con el interés de varios equipos detrás, su continuidad en Bilbao parece lo más probable.
– ¿Siempre tuvo ese físico de hierro?
– No tanto como ahora, pero sí. Especialmente las piernas. De arriba no tanto, de pequeño estaba delgadito, era rápido y jugaba al fútbol. Lo dejé a los 11 años para centrarme en el baloncesto, pero me divertía mucho y siempre veo la Champions. Mi físico es genético. Mi padre es de Gambia y mi hermano también tiene unas piernas bastante grandes.
– ¿Cómo lo trabaja?
– Cuando era pequeño podía estar un sábado entero en un pabellón sin comer, sin dormir. Con mis amigos, jugando uno contra uno y demás. Pero de profesional es muy importante cuidar el cuerpo. Hago gimnasio, pero no puedes estar 5 horas, porque así es difícil aguantar 15 o 20 años de carrera. Pero sí soy profesional las 24 horas.
– ¿Por qué se decidió por el baloncesto?
– Al principio hacía otro deporte, 'innebandy' (hockey con pelota e indoor), y mi madre me dijo de repente que hiciera baloncesto. Yo no quería pero a ella le venía mejor porque podía dejarme entrenando e irse a trabajar, que estaba muchas horas, o a cuidar de mis hermanos. Ella sabía cosas (risas). Y eso que no entiende mucho de deporte. Solo le gusta verme.
– ¿Cómo le captó el Madrid en 2016?
– Yo jugué en el Sigtuna y en el Solna Vikings de Suecia y un día me llamó la Stella Azzurra, una academia de Roma que me había visto jugar con la sub-15 de Suecia. Me invitaron a un torneo en Hungría y jugamos la final contra el Madrid. Yo ni sabía que el Madrid tenía equipo de baloncesto. Jugué bien, creo que estuve en el quinteto ideal. El Madrid me quiso hacer unas pruebas, fui desde Estocolmo y entonces me ficharon.
– ¿Cómo es vivir en Valdebebas?
– Fantástico. Hice muchos amigos en la residencia y aprendí mucho. A veces veíamos a los jugadores de la plantilla de fútbol. Especialmente sus coches buenos. Un día me hice una foto con Roberto Carlos, ya estaba retirado pero es una leyenda.
– En el futuro quizás pueda tener un coche de esos.
– Pufff, ojalá (risas).
– A los pocos días de empezar a poder conducir, Laso le llama para debutar en la ACB.
– Me avisó el día antes de mi cumpleaños o el mismo día para jugar contra el Fuenlabrada. Ese año se lesionó Llull y estuve mucho entrenando con ellos y también a solas con Sergi para que cogiera sensaciones, fuerza y uno contra uno. Fue como un premio. Pablo (Laso) me dio confianza y el segundo partido jugué más tiempo.Fue contra el Baskonia. Yo estaba muy nervioso y recuerdo que pensaba mucho en lo bueno que era Vildoza. Lo sigue siendo, pero en aquel momento, bua, pensaba que era buenísimo y podía jugar bien.
– Pero dicen que el que le gustaba de verdad del Baskonia de los últimos años era Pierría Henry.
– Muchísimo. Cuando yo estaba en LEB Oro intenté ver algunos jugadores que no tienen mi estilo, pero que un poco sí juegan como yo, que son rápidos, les gusta penetrar, ir fuerte a la canasta e intentar buscar el pase fuera como trato de hacer yo. Y él es uno de ellos. Vi muchos vídeos suyos.
Bronca viral de Pablo Laso
– Fue otro de los jóvenes que Laso hizo debutar y a los que luego le echó una bronca muy recordada. «¿Te crees que me importa que pierdas balones? ¡A mí me importa que defiendas!», le dijo hasta agarrándole de la camiseta.
– Ahora he aprendido un poco a defender (risas). Yo ahí era un poco joven, no entendí por qué recibí la bronca y tal, pero creo que me ha ayudado y lo hacía porque él confiaba en mí. Después me lo explicó y lo aprendí. Me gustó mucho Pablo Laso. Lo bueno es que fue jugador, nos entiende y es muy listo.
– ¿Le conocía antes de venir?
– Que va, si no sabía lo del Madrid… (risas). Pero luego enseguida me interesé y sé que es uno de los mejores bases de la historia de la ACB.
– ¿Le dio lástima irse del Madrid?
– Siempre quieres estar en un equipo como Madrid, me han dado muchísimo, pero a veces tú tienes que buscar otra manera de mejorar como jugador. Yo siempre les digo lo mismo a los jóvenes, lo importante no es un buen equipo, es jugar y coger experiencias para sacar lo mejor de ti. Pero claro que fue una lástima porque el Madrid es uno de los mejores equipos del mundo.
– Fichó por el Mónaco y luego a Valladolid, a LEB Oro.
– No era el mismo Mónaco que ahora. Era mucho más pequeño en construcción. Allí jugué con los sub-21 y con el primer equipo. Se vive bien. Es un poco caro la verdad, el país es impresionante pero fue el año del covid y no pude vivir muy normal. Valladolid fueron tres años muy duros, pero al final los tenía que vivir. Y el último curso, es el mejor de mi vida.
– ¿Mejor que el actual?
– Sí, sí, para mí el último año en Valladolid fue un regalo. La sensación de que he hecho las cosas muy bien en mi carrera. He dado los pasos buenos que tenía que dar, y trabajé muy duro para llegar a la Liga ACB, y al final lo conseguí. Fue muy importante para mi fuerza metal. Pero ahora en Bilbao también estoy contento. Puedo hacerlo mejor pero estoy satisfecho con mi rendimiento. Hemos ganado un título, que pocos lo pueden decir. Dicen que es la cuarta competición, pero tampoco lo ganan todos.
– Dice que puede mejorar. ¿Hasta dónde quiere llegar?
– Yo tengo unos retos en mi vida, en mi carrera, y a mí no me gusta hablarlos mucho con la gente pero quiero jugar en la élite y sé que puedo hacerlo. Solo tengo que seguir trabajando y confiar en mí y en Dios que todo va a estar bien.
– ¿Élite es Euroliga o NBA?
– Por lo menos Euroliga.
Moderar las prisas
– ¿Es consciente de todo lo que se habla de usted para el futuro?
– Intento no pensar en esto porque está en mis manos. No puedo controlar quién me va a fichar o si alguien me quiere fichar. Tengo otro año aquí en Bilbao y eso lo respeto mucho. Solo quiero acabar la temporada bien y luego, mi agente, si hay algo, me va a hablar. Eso significa que estoy haciendo las cosas bien. Intento no pensar mucho porque estoy bien en Bilbao. Me gusta mucho el País Vasco. La gente es un poco parecida a los suecos. El tiempo me gusta, aunque llueve un 'poco mucho'. También tiene sol, la comida es muy buena y el aeropuerto está cerca.
– ¿Entonces su destino es seguir otro año en Bilbao?
– Yo confío en Dios y también en mi agente (Quique Villalobos). Él me ha puesto en los sitios en los que tengo que estar. Él fue quien me dijo que tenía que jugar en LEB Oro (Valladolid). Yo no quería y luego quería salir, ir a la ACB. Pero me dijo, 'espera, espera, espera, va a llegar tu momento'. Y así fue. Así que no tengo estrés y confío en él.
– ¿Es muy religioso? Markus Howard también tiene mucha fe.
– Claro,rezo siempre, antes de dormir, cuando me levanto, antes de un partido, confío mucho en Dios y en Jesús. A Howard le vi rezando cuando se lesionó Lessort y me pareció muy bien. Me alegré mucho.
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