El Baskonia vuela en charter este jueves a Valencia

Como es fácil de interpretar, Troya es Valencia (la burbuja que la ACB ha preparado entorno a La Fonteta para poder dar final al campeonato) y Aquíles un Baskonia que parte el jueves en vuelo chárter (Foronda - Manises) hacia una odisea de test PCR y confinamiento reglado que desde fuera parece más enrevesado que el retorno de Ulises a Ítaca.

Ayer se dio el primer paso para que todo salga bien a orillas del Turia. La expedición baskonistas, todos los que son susceptibles de formarla, porque aún no se ha cedido al 100%, pasó los test que marca el protocolo tres días antes del viaje. En Valencia hay que estar una semana antes de que se reanude la competición y por eso se mudan pasado mañana al hotel del concentración.

En principio van con todo y con todos. La última modificación del reglamento habla de que los equipos podrán elegir a los doce que participan en cada uno de los partidos pendientes hasta dos horas antes de que se inicien. Así que no hay razón para dejar a nadie aparcado en el Buesa, salvo porque los médicos estén seguros de que no podrán usarlo en ninguno de los cinco encuentros que les esperan en 10 días, ni en las semis y la final, en las que se sueña con ver a los alaveses.

De hecho, los 12 equipos llamados a la maratón de partido, descanso, partido, descanso, partido... -la del Baskonia empieza el día 17 contra el Bilbao Basket- pueden todavía incorporar dos nuevos fichajes con jugadores que estuvieran sin equipo antes del 28 de febrero.

No parece que ese sea el caso de los de Ivanovic. El montenegrino ha recuperado para los entrenamientos (ya se verá si para los partidos también) a Vildoza, Granger y el cedido Kurucs. Así que refuerzos tiene. Junto a Sergi García, al que colocan ya en Estudiantes el próximo curso, Pierriá Henry, Miguel González, Matt Janning, Shavon Shields (pretendido por el Milano), Zoran Dragic, Tornike Shengelia, Ajdin Penava, Achille Polonara, Micheal Eric, Youssoupha Fall e ilimane Diop completan una quincena que puede rotar y compartir minutos para proteger una maquinaria parada durante tres meses. Tampoco parece que multiplicar la presencia y los minutos de los menos habituales case demasiado con la filosofía de Ivanovic.

Quedan ocho días para que la liga enfile su apasionante recta final de modelo comprimido. Dos jornadas solo antes de que los clubes se confinen en el hotel que les han reservado junto al campo y todo son aún más dudas que certezas. Preguntas que se irán respondiendo por fases, como la desescalada, y que mientras tanto solo genera especulaciones de lo que podría llegar a pasar en función de lo que la señalan los planes previstos.

Lo próximo, lo único confirmado, es que el Baskonia pasó ayer los test PCR obligatorios antes de partir para Valencia, que vuela en chárter y que a la llegada deberá pasar otra ronda de pruebas médicas antes de aislarse en el hotel de concentración. Es tiempo de preparar la maleta.