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Voigtmann será uno de los que visite próximamente el Buesa, pero esta vez con la misma camiseta que Hackett y Kurbanov. Igor Martín

El Baskonia debe convertir el Buesa en una fortaleza en sus cinco encuentros seguidos como local

El balance en Zurbano es de cuatro victorias y dos derrotas en los seis partidos disputados

Martes, 12 de noviembre 2019, 23:51

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Decía Gabriel Aresti aquello de 'Nire aitaren etxea defendituko dut. Otsoen kontra, sikatearen kontra...' ('Defenderé la casa de mi padre, contra los lobos y contra ... las sequías'). Ahora le llega el turno al Baskonia de hacerlo. Primero ante el Maccabi, que llega mañana con nieve y las garras afiladas. Luego, frente a un Fuenlabrada cargado de denuncias contra los entrenadores no sindicados –Perasovic es uno de ellos– y después, los rusos del CSKA el miércoles 20. Y el Zenit dos días más tarde. Ya el domingo, un Valencia que acaba de confirmar a Ponsarnau en el banquillo y al que se le ha lesionado Van Rossom.

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El Baskonia debe convertir el Buesa en una fortaleza en sus cinco encuentros seguidos como local