Yeray ve «justa» su sanción de 10 meses por dopaje y renuncia a cobrar en este tiempo
Comparecencia ·
Yeray ve «justa» su sanción de 10 meses por dopaje y renuncia a cobrar en este tiempoYeray Álvarez compareció este miércoles en un céntrico hotel de Bilbao con el objetivo de dar explicaciones sobre su positivo por 'canrenona' -un diurético y ... enmascarador que figura en la lista de medicamentos vetados por la Agencia Mundial de Antidopaje (AMA)- que le mantendrá fuera de los terrenos de juego hasta el 2 de abril de 2026, fecha en la que concluirá el castigo de diez meses impuesto por la UEFA. «Nunca he sabido que estaba tomando una sustancia prohibida y tampoco lo he hecho para aumentar mi rendimiento», fueron las primeras palabras del central después de agradecer a sus compañeros, directivos y cuerpo técnico del Athletic que hayan sacado «un rato» para arroparle y escuchar sus argumentos enfocados en resaltar la involuntariedad de una acción que catalogó como «error humano». En un relato cronológico bien estructurado, pensado y ejecutado sin apenas fisuras, el defensa hizo un repaso de lo ocurrido y atribuyó su positivo al consumo fortuito de una pastilla recetada a su pareja.
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Había 30 sillas reservadas para plantilla, cuerpo técnico, directivos y empleados del Athletic, que no quisieron dejar al jugador solo en un momento delicado de su carrera. Acudieron en masa a apoyarle y trasladaron una imagen de unidad deportiva, social e institucional, con una cuidadosa puesta en escena. También estaba el jefe de los servicios médicos del club, Josean Lekue, a quien no tardó en dirigirse Yeray. Lo hizo para dejar claro que siempre le consulta a la hora de ingerir un fármaco y que estaba perfectamente al tanto del tratamiento que seguía para frenar una alopecia con la que batallaba desde que superó su cáncer testicular. Pero un día cometió un error que se saldó con un positivo y la consiguiente suspensión por parte de la UEFA. «La sanción de diez meses me parece justa y la asumo. La cumpliré», comentó rotundo cuando se le pidió una valoración del castigo recibido.
Yeray explicó que una noche se quedó sin la pastilla que tomaba para detener la caída de cabello -también se aplicaba un spray- y que presa del «estrés» decidió tomar el medicamento de su pareja, que también estaba en tratamiento por la debilidad de su pelo. «Fue justo antes del partido contra el Manchester United. Pensaba que era lo mismo, no sabía que contenía una sustancia prohibida». Poco después dio positivo en un análisis sanguíneo y la UEFA puso en marcha el protocolo antidopaje. Todo derivó en una sanción de diez meses de suspensión comunicada el pasado lunes por parte del organismo que regula el fútbol europeo. La detección de la sustancia vetada por la AMA se produjo el 1 de mayo, el defensa fue suspendido de forma provisional en junio -no puede ir a Lezama y se entrena con el Derio de Iker Muniain- y en septiembre llegó el veredicto que le impide competir hasta abril.
«Mi salario no va a existir»
El baracaldés no perdió la ocasión de pedir «perdón» a sus compañeros, al club y a los aficionados por una equivocación que le acompañará el resto de su vida. «Un error humano», insistió, afanado en trasladar el mensaje de que en ningún momento se trató de un movimiento consciente orientado a la mejora de su rendimiento. Entonces desveló que había comunicado al Athletic que no cobrará «nada» durante el período de sanción; es decir, renuncia prácticamente a su ficha de este año. «Mi salario no va a existir. Asumo mi error», reforzó la línea maestra de su discurso. Dio por bueno el plazo que tendrá que estar fuera de los terrenos de juego -«lo cumpliré»- porque ya manejaba los «baremos» que emplearía la UEFA en su caso. Dijo que la posibilidad de un recurso está en manos de sus «abogados», pero todo hace pensar que da por buena la resolución y que aguantará hasta la primavera para ponerse de nuevo bajo los focos que alumbran el fútbol de élite.
A Yeray se le vino el mundo encima cuando Josean Lekue le llamó para hablar. «Sabía que algo pasaba. Me dijo que había salido un resultado adverso en un control. Me volví loco. Volví a casa y empecé a buscar con el móvil, no sabía ni lo que era un diurético». Repasó con el jefe de los servicios médicos todos los pasos dados, y entonces puso sobre la mesa el tema de la pastilla que tomó prestada de su pareja. «De ahí sacamos de dónde había salido», comentó en referencia al positivo. «He estado tranquilo en todo momento porque sabía que era un error humano», rescató de nuevo un concepto que trajo grabado a fuego. Lo que peor ha llevado fue la imposibilidad de desahogarse con su entorno más cercano porque no podía referirse al tema del dopaje. «Todo eran incógnitas. He pasado el verano con amigos y familiares a los que no podía contar nada. Ni siquiera a mi abuela», recordó.
Reconoció que le escuece perderse la Champions -«sueñas con ella»-, estar separado de sus compañeros, ausentarse de los «viajes, desayunos» y el día a día en Lezama. No obstante, acepta la sanción consciente de que es merecedor del castigo impuesto por la UEFA. «He cometido un error que acarrea consecuencias». Tras superar un cáncer testicular detectado en 2016 que le alejó varios meses de su profesión, Yeray vuelve a parar ahora por un positivo. «Cada uno escribe su historia. Tengo un camino lleno de baches que me harán crecer como persona. Ojalá no hubiera pasado. Las normas están para cumplirlas y yo no lo he hecho», lamentó la presencia de la 'canrenona' en su cuerpo.
El central expresó su gratitud por los ingentes apoyos recibidos y se quedó con una dedicatoria del capitán Iñaki Williams. «Me escribió que en abril es la final de la Copa y que la levantaré yo. Es uno de los mensajes que más se me ha quedado».
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