«Para mí es un premio estar aquí»
Kenan Kodro expresa su satisfacción por recalar en el Athletic y confiesa su admiración por Aduriz. «Quiero que me diga por qué es tan bueno»
Poco después de las once de la mañana, Kenan Kodro se ha sentado ante los micrófonos acompañado por el presidente, Aitor Elizegi, y el ... director deportivo, Rafa Alkorta. Relajado, sonriente y exquisito en su discurso, el nuevo delantero del Athletic ha expresado su satisfacción por vestir la camiseta rojiblanca y ha prometido partirse el alma para ayudar a su nuevo equipo. «Soy un jugador que pelea por cada balón. Los futbolistas de este club tienen en su ADN la garra y la fuerza», ha subrayado en su presentanción, en la que no estaba su padre, Meho, pero sí su tío y representante, Mela. «Todo ha ido muy rápido y se ha resuelto en cinco o seis días. No quería saber nada hasta que no estuviera hecho y solo puedo decir que estoy muy feliz de estar aquí. Soy trabajador y por eso estoy en el Athletic. Para mí es un premio», ha relatado el donostiarra, quien a sus 25 años ha pasado por la Real Sociedad, Osasuna, Mainz, Grasshopper y Copenhague, club del que ha salido para recalar en Bilbao. «Gracias por confiar en mí», ha dicho dirigiéndose a los hombres que le arropaban en la mesa. «Haré lo imposible para devolver la confianza que han depositado en mí».
Kodro se formó en la categorías inferiores de la Real –también jugó en el Antiguoko–, pero salió en busca de oportunidades y minutos, algo que valora mucho Alkorta. «Se ha buscado la vida en Alemania y Dinamarca y es un jugador muy interesante. Todo lo que nos pueda ayudar es bien recibido. Para él es una gran oportunidad de volver a una liga potente. Ahora se trata de pelear y de jugar», ha apuntado el director deportivo. El donostiarra, vestido con una camiseta de manga corta con el año 1898 impreso en el pecho, ha escenificado en más de una ocasión su satisfacción por estar en el Athletic. Cuando se le ha pedido que hiciera un retrato robot de su perfil futbolístico, el internacional bosnio ha remarcado su faceta trabajadora. «Aporto mucha verticalidad, movimientos, soy eléctrico y combino con mis compañeros. Disparo con los dos pies, pero sobre todo tengo garra y fuerza y peleo cada balón». Un sello que ya ha enmarcado en su nueva realidad rojiblanca.
Kodro ha precisado que necesitará un tiempo de adaptación para hacerse con un hueco en los planes de Gaizka Garitano, quien ha dado el visto bueno a su fichaje, pero ha asegurado que encajará «sin problemas. He visto partidos del Athletic y en los últimos dos la grada ha apretado. Ahora hablaré con el míster para ver lo que quiere, pero todo irá bien». Como es lógico, la sombra de su padre, ausente esta mañana en San Mamés, se proyectaba sobre su figura, pero el delantero ha escenificado su madurez con un discurso sereno, descriptivo y lleno de respeto, aunque siempre con el acento puesto en su propia personalidad. «Yo voy a ser siempre Kenan Kodro. Mi padre fue quien fue, un grandísimo jugador. Estoy orgulloso de todo lo que ha hecho, pero yo soy yo y me gustaría que la gente me valorase por las cosas que he hecho, por las cosas que hago y por lo que vaya a ser en el fútbol y sobre todo aquí en el Athletic. El apellido no me pesa, esa fase ya la he superado. Solo me centro en lo mío», ha redondeado la explicación.
«Conocer a Raúl y Aduriz»
Cuando se le ha cuestionado por sus nuevos compañeros, Kodro ha dado dos nombres: los de Raúl García y Aritz Aduriz. «Me gustaría conocerles en profundidad, sobre todo a Aduriz, para preguntarle cómo es tan bueno». Ha recalcado que conoce personalmente a varios de los jugadores rojiblancos y a otros por verles en la televisión. «Estoy en una buena edad, en una línea ascendente futbolísticamente hablando. Quiero ser una esponja y aprender mucho. Hablaré con ellos (gente del vestuario), les preguntaré y cantaremos los goles juntos». No sabe si podrá hacerlo mañana en Anoeta porque acaba de aterrizar y todavía no se ha entrenado en Lezama –lo hará por la tarde–, pero entiende que su concurso daría otra dimensión al derbi, un poco de picante y morbo, algo que desdramatiza y enmarca en las reglas del deporte. «Lo veo normal. Vivimos en un mundo en el que este tipo de cosas pasan. Es verdad que no es habitual –en referencia a que el hijo se enfrente al club de su padre–, pero es mi realidad, mi vida. No hay que darle más vueltas».
Cuando estaba en Osasuna jugó en Anoeta y marcó un 5 de febrero, justo en las fechas en las que el Athletic buscará seguir con su buena racha en el estadio donostiarra. ¿Si anota, lo celebrará? «Sí, evidentemente. Meter un gol es algo muy emotivo para un delantero. He venido para eso y siempre he celebrado mis goles y los voy a celebrar, eso sí, con respeto. Protejo la camiseta del Athletic».
Más información
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión