Peligro en la estrategia y una amenaza a la contra

Es probable que se incline por su clásico 1-4-4-2, aunque el de Hondarribia siempre le otorga matices a la táctica. Una de las características del juego posicional del Villarreal demuestra que aspira a jugar con el bloque muy alto. Es la defensa más adelantada de la Liga, solo por detrás de la del Barcelona. En el aspecto defensivo el conjunto groguet es un equipo versátil. Se siente competente para ejercer una presión intensa que le permite recuperar la posesión cerca del área rival.

Al Villarreal le gusta controlar el partido a través de la posesión. Pretende hacer el campo grande para desarrollar su juego de ataque. La amplitud la gestionan normalmente con un lateral profundo (Pedraza o Estupiñán) y con el extremo de la banda contraria (Yeremy Pino o Chukwueze). La profundidad del lateral les permite integrar otro jugador en zonas interiores que participa en la generación del juego (Trigueros, Lo Celso o Coquelin)

Elaboran con paciencia, disparan poco desde fuera del área y, en contraposición al Athletic, el Villarreal es uno de los equipos que menos centra al área. Son peligrosos en la estrategia ofensiva (8 goles en córners) y el contraataque es una seria amenaza, vertiginoso y directo.

Rulli (13). Imperturbable, maneja los momentos del partido. Valiente y decidido en el juego aéreo, se mueve con rapidez bajo palos. Está bien dotado para el juego con el pie, ha conseguido minimizar los riesgos en esta faceta. Asenjo (1). Veteranía, potencia y algunas dudas en los balones cruzados.

Aurier (25). Exhibe unas magníficas prestaciones físicas que le permiten incorporarse al ataque, aunque protagoniza errores de concentración atrás. Albiol (3) organiza el eje central de la defensa. Dilatada experiencia, poderío en el juego aéreo y liderazgo. Mandi (22) por Pau Torres. Posee menos recursos en la salida del juego, pero es más expeditivo en el corte. Contundente en los balones aéreos. Pedraza (24) tiene mucho recorrido por la izquierda. Incansable, sube con facilidad.

Iborra (10) se ha ido transformando en un jugador defensivo y de posición. Parejo (5) es el verdadero catalizador del juego. Dirección, personalidad y precisión en los pases. Capoué (6) aparece como el escudero perfecto, con un gran despliegue físico y acertado en la recuperación. Trigueros (14) participa en la construcción del ataque, se desenvuelve por zonas interiores, abriendo los espacios para la incorporación del lateral. Llegada y disparo.

Chukwueze (11). Muy veloz, se muestra desequilibrante en las acciones individuales. Le falta algo de pausa. Yeremy Pino (21) juega en la banda derecha, pero siempre está cerca del gol. Velocidad, potencia en y capacidad de trabajo.

Gerard (7). El alma. Carismático, voluntarioso, goleador. Danjuma (15) Individualista, poderoso y espléndido en la conducción. Alcácer (9), muy intuitivo en el área.