Un partido en el que no hay excusas para el Athletic
Los rojiblancos están obligados este martes a aprovechar la visita de un Girona que se hunde para volver al buen camino tras tres derrotas
En principio, se trata del mejor rival posible para que el Athletic acabe con esta sucesión de tres derrotas sin goles y vuelva al buen ... camino. Pero precisamente por ello, porque el Girona es un colista en caída libre, el peor equipo de la Liga según su propio entrenador, y una máquina de encajar goles –quince en cinco partidos–, el choque de esta tarde en San Mamés hay que tomárselo con la mayor seriedad y autoexigencia posibles. Ya se sabe, además, que los rojiblancos tienen una reputación muy sólida como buenos samaritanos de rivales agonizantes.
Noticias relacionadas
Valverde insistió mucho en la cuestión de la seriedad y la exigencia durante la rueda de prensa que dio ayer en Lezama. Su mensaje incidió siempre en la misma cuestión: la de mostrar sus respetos al equipo de Míchel por mucho que viva una situación crítica y la de darle al partido la enorme importancia que tiene. Esto último no se le escapa a nadie. Tal y como están las cosas en el Athletic, los tres puntos son obligatorios. Todo lo que no sea ganar mostrando una imagen solvente crearía una sensación de incertidumbre y malestar de lo más incómoda en vísperas de afrontar dos choques de altos vuelos como son el de Villarreal y el de Dortmund.
A los rojiblancos les ha llegado el momento de dar un paso al frente. La situación se parece a la que vivieron la temporada pasada tras aquellas cuatro primeras jornadas saldadas con dos derrotas, un empate y una victoria. El equipo se había atrancado en los tacos de salida y la perspectiva de tener que desgastarse con los compromisos en Europa después de seis años sin esa carga sobre los hombros generó una cierta preocupación. Los de Valverde, sin embargo, reaccionaron a lo grande con tres victorias consecutivas y un empate en Roma. Fue el comienzo de una racha histórica durante un otoño increíble con una sola derrota, curiosamente ante el Girona en Montilivi, famosa por los tres penaltis desperdiciados.
No se trata de pedirle al equipo un despegue como aquel, que no dejó de ser uno de esos fenómenos extraordinarios que se avistan cada mucho tiempo, como algunos cometas. Pero sí de que el Athletic vuelva a situarse en el carril por el que lleva transitando las dos últimas temporadas. Ante el Girona hay que recuperar el equilibrio en el juego, la lucidez en ataque, y sazonarlo todo con un despliegue de energía que resulte insoportable para el rival; en este caso un equipo cuyo ascenso fulgurante a los cielos y su vertiginosa caída a los aledaños del infierno en menos de un año merecería un libro. El argumento principal, por supuesto, sería que a la construcción concienzuda y brillante de un gran equipo le siguió un ir y venir alocado de jugadores, una 'screwall comedie' con carreras y tropiezos, puertas que se abren y se cierran, maletas que van y vienen.
Por supuesto, nadie podría escribirlo mejor que el propio Míchel, al que impresiona escuchar cuando describe la terrible transformación de sí mismo y de su criatura, como si Stevenson estuviera hablando del doctor Jekill y mister Hyde. «Todo lo que te pasa en la vida no es negativo, las cosas no son como uno quiere siempre. Hay que hacer un 'reset'. Hay jugadores que decían con dos menos, 'qué mierda, yo he jugado Champions, gané en el campo del Barça'... Pues estás igual de mal que estoy yo. Yo he hecho el 'reset'. Pido a todos hacer el 'reset'. ¡Sácate el ego ya, tío! Yo lo hice, soy el peor entrenador de la Liga», declaró tras el 0-4 del Levante.
Cambios en los onces
Respecto a los dos equipos en liza, no es fácil hacer pronósticos. Míchel acumula siete bajas entre lesiones, expulsiones y convocatorias de selección. Con todas estas salvedades, el hombre llega con lo justo, de manera que su once parece bastante claro e incluirá la presencia de Hugo Rincón, que tendrá su morbo. Lo cierto es que uno repasa la plantilla de Míchel y no le entran ganas de darle la extramaunción por adelantado: Blind, Albert Moreno, Hugo Rincon, Reis, Arnau Martínez, Van de Beek, Witsel, Iván Martín, Lemar, Solis, Portu, Tsygankov, Bryan Gil, Asprilla, Vanat, Ounahi, Roca... Vamos, que aunque varios de ellos están de baja se ven mimbres como para componer un cesto mucho menos frágil de lo que está demostrando con ese único punto rascado en Balaídos.
En el Athletic sólo nos queda especular con las rotaciones que pueda manejar Valverde pensando en los partidos contra el Villarreal el sábado y el Borussia Dortmund el miércoles de la próxima semana. Bien mirado, el técnico rojiblanco tampoco tiene muchas opciones. Teniendo en cuenta que sólo tiene dos centrales, los cambios podrían llegar en los laterales. Quizá Gorosabel y Adama tengan opciones. En la medular, la única duda es si el acompañante de Jauregizar será Vesga o Galarreta y en el frente de ataque, si Valverde decide jugar con un delantero clásico –Maroan o Guruzeta– o seguir con Iñaki Williams. De ello dependerá que Robert Navarro siga en el once o se quede en el banquillo. Sea como fuere, lo que está claro es que todos los focos estarán puestos en ese cuarteto ofensivo cuya producción está dejando mucho que desear.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión