El Girona de Míchel, del cielo al infierno en quince meses
Poco más de un año después de clasificarse para la Champions, el rival este martes del Athletic es colista y aún no conoce la victoria en la Liga
Poco o nada queda ya de aquel Girona que asombró a la Liga. Los primeros compases de esta campaña han confirmado lo que ya se pudo intuir el año pasado, y es que los de Míchel han dado un evidente bajón en su juego y deben adaptarse de nuevo a su realidad, la de un equipo que ha de luchar por mantenerse en Primera cada año. Los males de la temporada anterior se achacaron en gran medida al desgaste de la Champions, así como a la salida de futbolistas clave. Y siendo cierto que ambos factores les condicionaron enormemente, no lo es menos que el arriesgado estilo de Míchel no funcionó como antaño. Este verano el Girona ha perdido a tres jugadores importantes como Miguel Gutiérrez, Yangel Herrera y Krejci, pero se ha reforzado bien en todas sus líneas y el nivel de la plantilla no se corresponde con las sensaciones mostradas hasta la fecha. El Girona llega a San Mamés como colista con un solo punto.
Sistema y modelo de juego
Míchel ha alternado entre el 4-3-3 y el 4-2-3-1 de base, aunque, como es habitual, ha formado una línea de tres en salida de balón, ubicando a Witsel como tercer central. Los laterales tienen roles diferentes en función de la banda. En la derecha Arnau se mete en zonas interiores dejando todo el costado a su extremo mientras que en la izquierda Álex Moreno se mantiene en amplitud. Al no contar con la polivalencia del belga, es posible que ante el Athletic el Girona disponga de inicio con una línea de tres, dos carrileros y cuatro futbolistas en la medular (en dos alturas diferentes), además del delantero. En cuanto al plan de partido el modelo ofensivo de Míchel no es negociable, su equipo sigue aspirando a sacar el balón jugado y progresar ordenadamente hasta crear situaciones de peligro, pero en el apartado defensivo sí se ha mostrado más cauto. Las derrotas ante Villarreal y Sevilla, en las que sus futbolistas sufrieron mucho en las transiciones, han llevado al ex del Rayo a optar por una presión más comedida, con un bloque medio que quizás no le permite recuperar el balón en el campo rival tanto como le gustaría, pero con el que sí logra no conceder tantos espacios entre sus líneas.
Defensa
Livaković (1) llegó para competir con un Gazzaniga (13) cuestionado, aunque el argentino ha mejorado desde entonces y parece seguir gozando de la confianza de Míchel. En la defensa es posible que el técnico madrileño alinee a todos los jugadores disponibles, con Rincón (2), cedido por el Athletic, como carrilero derecho, Álex Moreno (24) en el izquierdo y una línea de tres centrales compuesta por Arnau Martínez (4), Francés (16) y Blind (17). Witsel (20) y Vitor Reis (12) fueron expulsados ante el Levante, mientras que David López (5) sigue recuperándose de su lesión.
Centro del campo
Con Lemar (11), uno de los grandes fichajes del club este verano, lesionado, Míchel cuenta con cuatro opciones para un medio campo que posiblemente esté formado por sólo dos futbolistas. Iván Martín (23) es un fijo, y a su lado estará el marroquí Ounahi (18), un auténtico pulmón en la medular. Van de Beek (6), de corte más creativo, y el colombiano Solís (22), que ha participado en todos los encuentros, son las otras opciones.
Delantera
El canterano Joel Roca (3) ha sido un fijo para Míchel, pero no podrá contar con él durante un tiempo debido a la disputa del Mundial Sub'20. Con Tsygankov renqueante, restan tres opciones para las bandas: Asprilla (10), que apunta a titular, y Portu (8) y Bryan Gil (21), que pelearán por el otro puesto. Para la punta de ataque el técnico del equipo catalán parece confiar en el ucraniano Vanat (19) por delante de Abel Ruiz (9) y del veterano Stuani (7).