Nico jugó sin chispa, Unai Simón no tuvo trabajo y Vivián se quedó en la grada
De la Fuente da descanso al central, mientras que el portero aporta tranquilidad y el interior estuvo poco incisivo
Evitar riesgos. La máxima del seleccionador Luis de la Fuente en el primer encuentro clasificatorio para el Mundial de España ante Bulgaria vino bien a ... los jugadores del Athletic. Y visto cómo discurrió el encuentro todo salió a la perfección. A media tarde se conoció que a Dani Vivián le tocaba ver el partido desde la grada y, tal es la situación en la que se encuentra en la actualidad el conjunto rojiblanco tras el fichaje frustrado de Aymeric Laporte y el positivo de Yeray, que fue una buena noticia para los aficionados rojiblancos. El alavés se ha convertido en un jugador trascendental en la zona central de la defensa rojiblanca y se antoja que contará con una temporada bastante atareada, por lo que todos los encuentros que se pueda evitar mejor.
Llegaba al primer compromiso con el combinado español con una cierta carga de partidos y el riojano consideró que se podía arreglar con Le Normand y Huijsen a la perfección. En el banquillo también tenía a Cubarsí, que salió en la segunda parte para ahorrar también minutos al defensa del Atlético.
Los que sí jugaron de titulares fueron Unai Simón y Nico Williams. El portero, que ayer jugó su partido número 51 con la absoluta, tuvo muy poco trabajo gracias al juego exhibido por España. Durante la primera parte prácticamente no tocó un balón con la manos y resolvió bien un par de acciones que tuvo con lo pies tras cesiones de sus compañeros. La férrea defensa española, muy atenta a los balones, sobre todo largos, de los búlgaros le facilitaron las cosas. Tan solo un disparo al segundo palo de Kirilov que golpeó en Pedro Porro y terminó por golpear en el exterior del poste llevó cierta inquietud a su portería, pero el meta estaba bien colocado para detener el balón en caso de que fuera mejor encaminado.
En la segunda mitad tampoco tuvo que esmerarse mucho. Pero en las contadas ocasiones en las que intervino lo hizo con mucha solvencia y transmitió la tranquilidad que precisaba el equipo.
El que no tuvo un encuentro brillante fue Nico Williams. Abierto en banda izquierda, tuvo que sortear la vigilancia de dos rivales cada vez que sus compañeros le buscaron. No fueron tantas veces como lo hicieron con Lamine Yamal en el lado contrario, bastante más vertical que desaprovechó algunas claras ocasiones.
Mejor en la segunda mitad
El interior rojiblanco optó por ser práctico y soltó el balón al primer toque, generalmente hacia atrás, en busca de un compañero que siguiera la jugada. La conexión con Cucurella fue buena, pero no fue capaz de desbordar a sus rivales. En una de las pocas ocasiones que logró marcharse por velocidad, a la media hora, asistió bien a Merino, pero su compañero no fue capaz de controlar bien el balón para girarse y mirar a puerta.
En la segunda parte estuvo algo más activo y suyas fueron las primeras asistencias que tampoco fueron aprovechadas por sus compañeros para incrementar el marcador. La primera fue a Lamnine Yamal después de que Cucurella recuperara un balón tras la presión alta. Nico recibió, controló y vio cómo entraba el del Barça, que hizo un mal control.
En la segunda, situado en el centro del área tras un ataque por la derecha, dio un balón franco a Merino. El navarro soltó un zapatazo que tuvo una gran respuesta del portero. De la Fuente insistió a sus jugadores en que lanzaran a puerta, pero los dos disparos que intentó Nico desde las inmediaciones del vértice del área tampoco crearon mucho peligro. El primero terminó en las manos del portero y el segundo se le marchó fuera. Fue sustituido por Dani Olmo a falta de veinte minutos para el final con síntomas de cansancio.
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