Cuando perder es lo de menos
Como era de esperar, la alineación rojiblanca volvió a ofrecer un espectáculo deslavazado donde la voluntad estuvo por encima del talento
Como era previsible, Ernesto Valverde aprovechó el ensayo ante el Racing para dar minutos a los meritorios, ese grupo variopinto en el que conviven suplentes, ... algún titular que se ha incorporado tarde como Jauregizar, y futbolistas que ven la cesión en el horizonte cercano y quieren convencer al entrenador de que pueden tener un sitio en la plantilla. Y como también era de esperar, la alineación rojiblanca volvió a ofrecer un espectáculo deslavazado donde la voluntad estuvo por encima del talento. Es decir, lo que ocurre casi siempre en este tipo de compromisos.
La nueva derrota en la pretemporada, esta vez ante un rival de Segunda División, es la menos preocupante de las noticias de este partido. El marcador no pasa de lo anecdótico en un amistoso, aunque siempre sea un dato a tener en cuenta a la hora del análisis, sobre todo si se repite por tercera vez en cuatro ocasiones.
Se supone que estos ensayos sirven sobre todo para que Valverde vaya tomando decisiones, fundamentalmente en lo referente a la composición definitiva de la plantilla con la que trabajará el resto del año. Si tiene que extraer alguna conclusión de este partido, lo lleva crudo. Claro que, al margen de los formalismos, lo más probable es que el técnico tiene sus planes más que perfilados. Las historias de futbolistas que se labraron su futuro en una pretemporada son más bien escasas. Los que comparecieron este miércoles desperdiciaron la oportunidad que les brindó el técnico que, a la vista de los rivales que esperan en el tramo final de esta pretemporada, será probablemente la última con enjundia.
Lo mejor en este tipo de partidos es que haya pocas noticias, porque cuando se producen no suelen ser precisamente buenas. Volvió a ocurrir en La Maruca, donde lo más noticiable fueron las lesiones de Egiluz y Serrano. El central acabó con una bolsa de hielo en su rodilla derecha antes de la media hora. A la espera de un diagnóstico tranquilizador, el Athletic está ahora más justo de centrales que cuando Valverde hizo su advertencia al respecto.
Nico Serrano se llevó la mano al gemelo justo después de soltar un zurdazo que se le fue cerca del poste. También habrá que confiar en que su retirada obedeciera más a una lógica precaución que a una lesión de entidad, pero habríamos sido todos más felices si la única noticia del partido hubiera sido la que nos proporcionó el marcador final.
En lo meramente deportivo no se produjeron hechos relevantes, lo que en este caso, y contra el aforismo anglosajón, 'no news, good news', no resulta tranquilizador, dicho sea con todas las salvedades propias del caso, como pueden ser el calendario o lo excepcional de la alineación. Pero, a falta de juego coral, en este tipo de partidos se espera al menos algunos detalles individuales que justifiquen el viaje.
Robert Navarro ya ha jugado en las tres posiciones de ataque en la que nos dijeron que se desenvuelve tan bien. Este miércoles lo hizo por la izquierda, pero vimos prácticamente lo mismo que cuando lo hizo por dentro o en la banda contraria: algún destello técnico y poco más. A su favor hay que subrayar que al menos puso voluntad y trabajo para echar una mano a Adama en tareas defensivas.
Cambio de posiciones
Guruzeta estuvo en el campo hasta el descanso sumergido en ese letargo en el que permaneció durante casi toda la temporada pasada. A Maroan, su sustituto, se le vio mucho más participativo, aunque igual de atropellado que de costumbre, lo que ya empieza a dejar de ser noticia.
Valverde volvió a colocar a Adu Ares en el lateral derecho y al incombustible Lekue como central, pero esta vez devolvió a Unai Gómez a la media punta, dejando el lateral izquierdo para Adama. Tanto trasiego por la alineación no es una buena noticia para el de Bermeo; estamos ante la diferencia entre un futbolista comodín, una figura que cualquier entrenador agradece, y el jugador al que el técnico no le acaba de ver en una posición concreta.
El Athletic ya ha superado el ecuador de la pretemporada en cuanto a partidos. Quedan el doble choque ante el Liverpool y el compromiso ante el Arsenal. Será en estos enfrentamientos cuando veremos la verdadera cara del equipo ahora que el verano entra en una nueva dimensión futbolística.
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