

«Aún no soy consciente de lo que estoy viviendo»
Entrevista ·
El delantero habla de su vida antes de ponerse bajo los focos de San Mamés, donde este domingo se mide al Alavés, su exequipo: «Me veo capacitado para ser un gran delantero»Maroan Sannadi (Vitoria, 24 años) aparece a las cinco en punto en la sala de prensa de Lezama. Era la hora en la que se ... había concertado la entrevista con el delantero del Athletic, poco después de la derrota en Manchester, donde los rojiblancos dijeron adiós a la Europa League, y justo antes del derbi de este domingo frente al Alavés, su exequipo. No se retrasó ni un segundo, respetuoso con el tiempo ajeno. Impresiona de cerca. Es una montaña bien definida, una mole de más de 1'90 cuya caja torácica tiene la anchura del canal de La Mancha, centímetro arriba, centímetro abajo, todo amabilidad y educación. Lo primero que hace es acercarse a los tres invitados –periodista, fotógrafo y cámara– para darles la mano y presentarse. «Soy Maroan. Encantado». Repite el ritual con todos. Luego toma asiento, charla unos segundos sobre el post partido y se mete de lleno en la conversación. Trata de controlar los nervios, lógicos al tratarse de un chaval que hace 90 días pateaba los campos de Primera Federación y ahora defiende el escudo de un grande. Mira a los ojos cuando habla, todo el rato, en cada pregunta y respuesta. Cuenta cosas interesantes, pura vida, que a diferencia de otras épocas ahora le sonríe.
– Asomó, pero no hubo milagro en Old Trafford. ¿Cómo vivió el partido y la eliminación?
– Todos soñábamos con la remontada. Cuando terminó el partido de ida en San Mamés pensábamos en hacerlo posible y al final no se dio. Hicimos un gran partido y sometimos al Manchester United en su campo, que no era fácil, pero el primer gol de ellos nos mató. Decaímos un poco.
– ¿Por qué lo acusaron tanto?
– Por el tiempo (minuto 72), por las expectativas que nos habíamos puesto de mantener la portería a cero. Son cosas que pasan. Tenemos que mejorar en lo de no caernos para la siguiente ocasión.
– En apenas tres meses ha pasado de jugar en campos de Primera Federación a hacerlo en Old Trafford. ¿Se lo cree ya o aún se pellizca para comprobar que es real lo que está viviendo?
– Intento ser lo más normal posible. Aún no soy consciente de lo que estoy viviendo. Cuando entro al campo intento hacerlo como en Primera Federación (ríe), lo digo desde el punto de vista mental. Trato de dar lo mejor de mí y ganar siempre.
– No tuvo una vida fácil. ¿Cómo fue su infancia?
– La recuerdo muy bonita. Disfruté mucho. Solo que... Cuando ahora me pongo a pensar en lo que he vivido, pues es increíble cómo asumía las cosas y cómo mis padres taparon mucho de lo que pasaba en casa. A veces hablando con mis hermanos decimos: '¿Cómo hemos podido salir de esas situaciones?'. Gracias a ello tenemos ahora una buena mentalidad y educación.
«Me llamó mi 'repre' y me dijo: 'El Athletic va a por ti ya'. Hasta que no fui a San Mamés no me creía que era verdad»
– Sus padres llegaron a Euskadi muy jóvenes, en edad adolescente. Hable de sus comienzos.
– Fueron comienzos difíciles por el idioma, por las circunstancias que había en aquel momento, pero siempre han sido dos grandes luchadores. Pelearon en equipo para sacar a la familia adelante. Al principio mi padre compraba y vendía cosas y luego abrió una carnicería –luego lo dejó–. Estoy orgulloso de ellos por todo lo que nos han dado.
– Hubo una época en la que iba con las zapatillas rotas y se ponía bolsas de plástico en los pies para jugar. ¿No había para unas playeras ni calcetines?
– Así es. Cuando estás ahí, no te das cuenta y parece un juego. Me pongo las bolsas de plástico para no mojarme. Ya está. No pensaba que no tenía zapatillas. Era un chaval agradecido con lo que tenía. Nunca he mirado al de al lado, si tenía más que yo, sino que pensaba en que llegaría mi momento y que tendría mis cosas.
– ¿Cómo le hacía sentirse aquello? ¿Triste?
– Bueno... Triste, no. Pero es verdad que me paraba a pensar en las facilidad que podían tener otros. Pero repito que en ningún momento decía 'mira lo que tengo, me gustaría tener unas zapatillas mejores'. No, decía: 'Estas son las zapatillas que tengo y voy a disfrutar de ellas'.
– ¿El fútbol era su refugio?
– Sí. Era un refugio porque con las relaciones de amistad que tenía... no me ayudaban mucho. Siempre era el inferior, al que miraban. El fútbol me hacía destacar y sentirme bien, sobre todo conmigo mismo.
«El fútbol era mi refugio porque las relaciones de amistad que tenía no me ayudaban mucho. Era el inferior, al que miraban»
– Contó que se sentía rechazado y que no tenía muchos amigos. ¿Se ha preguntado por qué?
– Sí, porque era diferente a ellos. Era el único junto con mis hermanos en todo el colegio... de otro sitio. Tampoco pensaba ni sufría por ello todos los días porque era un niño que quería disfrutar y pasárselo bien. Siempre cogía lo bueno de las personas. Incluso cuando la gente me hacía daño, con un mínimo detalle bueno que tenían hacía mí me olvidaba del mal que me habían hecho.
Imitar regates de Neymar
– Disfrutaba con al fútbol. ¿A quién quería parecerse?
– De chaval era muy pequeño y siempre me había gustado Neymar. Intentaba imitar sus regates en la calle. Pero me siento muy identificado con la mentalidad de Cristiano Ronaldo.
– ¿Su vida era el fútbol?
– Sí, siempre. En los peores momentos de mi vida, cuando había repetido curso o me iba a una FP para hacer el mantenimiento de vehículos...
– ¿Qué tal se le daba?
– Bufff, fatal. Volvía locos a los profesores porque solo quería jugar al fútbol. Me decían que ya tendría que estar en un buen equipo. Yo jugaba en el equipo del barrio, en el Vitoria, y disfrutaba. Yo les decía que iba a ser futbolista y ellos se reían. Siempre he creído en mí.
«Se me daba fatal la FP. Les decía a mis profesores que iba a ser futbolista y ellos se reían. Siempre he creído en mí»
– En aquella época, ¿qué sabía del Athletic?
– Viví muchísimo la Europa League en la que llegaron a la final (2012). Desde pequeño he tenido una conexión con el Athletic porque era el primer club al que fui a tecnificar. Luego, con el tiempo, el Alavés estaba más cerca. Acabé allí. Pero es verdad que había esa conexión con el Athletic y la guardaba en la memoria.
– ¿Qué papel han tenido en su carrera Alavés y Barakaldo?
– El Alavés me ha ayudado mucho mentalmente porque eran momentos de muchísima dificultad, tanto en el club como con algún entrenador que tuve, pero gracias a ellos forjé una gran mentalidad de resiliencia y de seguir adelante. El Barakaldo me ayudó en mi peor momento futbolístico y me impulsó a llegar aquí. Estoy muy agradecido al Barakaldo por la confianza y el cariño que he sentido cada día.
– ¿Recuerda cómo fue la primera vez cuando le dijeron que le quería el Athletic?
– El proceso fue muy largo. En diciembre me llamó mi 'repre'. Estaba en el coche porque iba a quedar con un amigo. Me dijo: 'El Athletic va a por ti ya'. Hasta que no fui el día 1 a San Mamés no me creía que era verdad. Jugaban la Liga, la Europa League, peleaban la Champions... Me dije: 'Puedo estar ahí'. Pero no pensaba que iba a ser tan rápido y en ese momento. Al primero que se lo dije fue a mi amigo, que estaba conmigo, y luego a la familia.
«Intento darle normalidad y seguir con mis hábitos. Hay muchas tentaciones y cosas a evitar para no perder el foco»
– ¿Qué le dijeron?
– Tampoco se lo creían. Dirían 'este está soñando'. Hasta que no pasó no se lo terminaron de creer. Fue algo increíble.
– El 8 de febrero debutó en San Mamés. ¿Cómo fue?
– Intentaba autoconvencerme de ser yo mismo, tener personalidad, pero cuando entré ahí (San Mamés) y escuché a la gente... Me inyectaron mucha energía. A veces no sabía ni qué hacía.
– 15 días después hizo su primer y hasta ahora único gol con el Athletic. ¿Qué sintió?
– Liberación. Era un sueño que intentaba conseguir toda mi vida. Van a llegar muchos más.
– ¿Qué tal lleva la sequía goleadora? ¿Le molesta?
– No, no, me centro más en recuperar mi nivel de juego que en los goles. Los goles van a llegar.
– ¿Cómo le ha cambiado la vida?
– Intento darle normalidad y seguir con mis hábitos, pero es verdad que hay muchas tentaciones y cosas que evitar para no perder el foco. Mentalmente, siempre trato de estar de la mejor manera posible. Tengo que estar mentalmente bien para que en el campo puedan verse mis cualidades.
– ¿Qué ha regalado –o regalará– a sus padres con el primer dinero cobrado del Athletic?
– Espero poder comprarles una casa. Bueno, primero les pagaré la hipoteca.
– Con el tema de las selecciones, llegado el caso, ¿lo tiene claro? ¿España o Marruecos?
– Bueno, ya veremos lo que pasa.
«El Alavés se está jugando la vida y va a salir a morir»
– Tras el partido de Manchester toca volver a la realidad de la Liga. ¿Cómo de especial es el partido de hoy con el Alavés?
– Es un partido especial por los años que he pasado allí. Los guardo con cariño y le doy valor a esa etapa, pero esperamos ganar el partido e ir a por nuestro objetivo –meterse en la Champions–.
– ¿Cuántas ganas tiene de marcar?
– Las mismas que siempre.
– Atar la Champions cuanto antes debe ser el objetivo. ¿Hablan mucho de ello en el vestuario?
– El objetivo está ahí. Nos centramos en cada partido porque todos los que quedan son difíciles. El Alavés se está jugando la vida, el descenso, y va a salir a morir. Esperamos imponernos.
– ¿Le han llamado esta semana de Vitoria para pedirle que sea amable con su exequipo?
– (Risas). Algún amigo que tengo por allí me ha escrito. Nada, desearnos suerte y que gane el mejor.
– El Alavés pelea por la salvación y el Athletic, por la Champions. Son dos necesidades muy opuestas. ¿Cuál pesa más?
– Cada objetivo es distinto. A lo largo de mi vida he peleado también por evitar el descenso. Los dos objetivos tienen su parte positiva.
Centrales de la Roma
– En los tres meses que lleva en la élite, ¿qué futbolista le ha impresionado?
– Si me quedara con alguien podrían ser Casemiro, Bruno (Fernandes) o Dybala.
– ¿El central más duro que le ha marcado?
– Sin duda, los centrales de la Roma (Mancini, Hummels, Celik, Ndicka).
– ¿En qué cree que tiene que mejorar en primer lugar?
– En estar tranquilo en el campo. Soy un jugador al que le gusta el balón, que tiene calidad, pero ahora mismo no estoy a mi mejor nivel.
– ¿Por qué no?
– Por muchas circunstancias, pero no me centro en ello. me centro en intentar hacerlo bien en cada partido y sé que todo va a llegar.
– ¿Cuánto fútbol de Maroan Sannadi le queda por descubrir a la gente?
– Cuánto no es la pregunta. No han visto nada todavía.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.