El Bilbao Athletic pierde un partido pasado por barro

Podría parecer que eran unas condiciones más adversas para un filial que para un equipo repleto de experiencia en todo tipo de terrenos, como es el cuadro irundarra. No obstante, pese a las urgencias de uno y otro -ambos en puestos de descenso y Albert Carabó estrenándose en el banquillo local-, protagonizaron un encuentro vibrante, muy abierto y con infinidad de llegadas a cada una de las áreas. Así fue desde un inicio en el que Aguilar pudo adelantar a los cachorros con un disparo al travesaño.

Sin embargo, sería el Real Unión el que daría el primer golpe al cumplirse el primer cuarto de hora de envite. Fue en una acción de saque de banda donde Gerenabarrena no estuvo acertado, tocando lo suficiente y sin llegar a despejar un centro desde la izquierda para evitar que Mikel Santos se hiciera con el cuero y se paseara por el área hasta que Koldo Obieta la remachase a puerta vacía. La encomienda se complicaba para los rojiblancos. Más aún cuando, a partir del minuto veinte, la lluvia y el viento empezaron a azotar con más fuerza, peligrando incluso la continuidad del partido.

No obstante, los de Jokin Aranbarri demostraron saber adaptarse a las circunstancias y, en el minuto 26, devolvieron las tablas. Fue con un excepcional centro de Lete que remató Azkune en primera instancia. El Bilbao Athletic, muy correcto en un aspecto importante como son las segundas jugadas, se hizo con un nuevo rechace por medio de Adrián Pérez, que disparó a bocajarro para establecer el empate. Era el primer tanto del prometedor extremo de 18 años, con ficha del Basconia, en su cuarto partido en el filial.

El ágil futbolista bilbaíno sería también protagonista en su propia área, tocando de manera involuntaria con la mano un disparo de San Bartolomé, cometiendo penalti en el minuto 35. Quique Rivero, especialista en este tipo de acciones, convirtió la pena máxima por mucho que Santos le adivinara el lado. En vistas de cómo estaba el terreno de juego, Aranbarri decidió introducir al descanso a futbolistas de un perfil más físico, tales como Irurita y Oyono, en detrimento de Johaneko y Lete.

La segunda mitad fue mucho más pausada, estando cada vez peor el campo y con los locales cómodos con el resultado favorable. Aun así, el Bilbao Athletic pudo volver a empatar con un testarazo de Asier Hierro al que respondió con un paradón James Wright. En el rechace, los cachorros pidieron mano de Olartua, muy similar a de Adrián Pérez. En esa mitad de la nada, Munroe marcó un espectacular golazo, con un zurdazo desde fuera del área que tocó en el larguero y entró para firmar el 3-1 definitivo a veinte minutos de la conclusión.

En el tramo final, sólo estuvo cerca de recortar distancias Igor Oyono, que a sus 16 años ya fue el héroe de los suyos en la anterior jornada, autor del tanto de la victoria frente a la Real Sociedad B. El prolífico delantero casi marca con un disparo que salvó sobre la línea de gol Mosquera. De este modo, el filial rojiblanco se despedía de su racha de dos victorias consecutivas y sufría un varapalo en su lucha por la permanencia ante un rival directo en esa misma pugna, que sí coge oxígeno, tras cinco jornadas consecutivas sin ganar.