En la comparecencia monográfica celebrada la semana pasada en torno a la grada de animación, motivada por el conflicto abierto con la Iñigo Cabacas Herri ... Harmaila (ICHH), el presidente del Athletic, Jon Uriarte, el director general Jon Berasategi y la directora del área social Johana Ruiz-Olabuenaga esbozaron las líneas maestras de una iniciativa que pretende articular y regular el apoyo popular en San Mamés. El máximo responsable de Ibaigane avanzó varios puntos clave que perfilaron la postura de la entidad e insistió en el «respeto» como el valor innegociable a la hora de abordar el desarrollo del 'muro rojiblanco', que este martes ha quedado plasmado en un documento que reglamenta el comportamiento y las actitudes de Herri Harmaila.
El club detalló principios básicos y compromisos de obligada asunción para que el funcionamiento de la grada quede definido y sujeto al cumplimiento de las normas. Una de ellas tiene que ver con la elección de los líderes de animación, que jamás podrán ser personas expedientadas por infracciones relacionadas con la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, y otra con la promesa del club de defenderles si acatan las reglas.
Los principios y los compromisos recogidos en la norma, al igual que las consecuencias de su incumplimiento, que obligan tanto a la grada como al club, serán llevados a la mesa de debate con los tres grupos encargados de dinamizar el ambiente en La Catedral: ICHH, Euskal Lions y Piratak. El Athletic tiene previsto reunirse mañana con los primeros, según ha podido saber este periódico, mientras que lo hará la semana que viene con los segundos. Solo queda por fijar una fecha de encuentro con los Piratak, algo que se hará en breve. Con el reglamento en mano –existía otro relativo al acceso y permanencia en los recintos deportivos aprobado en 2023, pero este es monográfico y más detallado–, los tres colectivos conocen las reglas de juego.
Ibaigane vuelve a recordar que el «respeto es un principio fundamental de la animación» y que la Herri Harmaila «es del Athletic». El club se compromete a «fomentar medidas» para rejuvenecer la grada popular, facilitar la «permuta de localidades» a aquellas personas que no deseen animar y comunicar en todo momento a su masa social las «obligaciones, conductas y comportamientos» que deben mantener de acuerdo con la normativa vigente. Además, se identificará a las personas cuyo comportamiento contravenga el reglamento y se les aplicarán las sanciones correspondientes.
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Nada de coartar la animación
En el apartado relativo a la coordinación y dinamización, el Athletic recalca que la elección de las personas encargadas de liderar estas funciones se realizará «entre las que lo soliciten y no se les haya abierto expediente sancionador por infracciones relacionadas con la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, previa consulta al coordinador de seguridad de la Ertzaintza». Estos socios se encargarán de ser speakers, tocar los tambores y ondear las banderas gigantes del club. Ibaigane les facilitará «entradas gratuitas o, en su caso, cubrir el coste proporcional de la cuota social o de Gazte Abonoa» para compensar su labor.
El Athletic entiende que ha hecho un esfuerzo para que el documento incorpore la mayoría de las reivindicaciones de los grupos de animación, sobre todo las de la ICHH. Ahora habrá que ver si lo firman y se adhieren a sus derechos y obligaciones. Entre estas últimas está la de «abstenerse de liderar o apoyar cualquier tipo de acto que obstaculice o dificulte la animación», algo que ocurrió en el partido contra el Leganés y generó malestar en la plantilla. Tanto que Simón e Iñaki Williams censuraron aquel día esta actitud. También se pide no bloquear la identificación de aquellos individuos que violen la normativa.
En el tercer y el último bloque del texto, que ahora deberá ser ratificado por todas las partes sentadas en la mesa de diálogo, el Athletic profundiza en las consecuencias del incumplimiento de las normas. Se rendirán cuentas de este tema en la asamblea de compromisarios y se aplicarán sanciones a los integrantes de la grada que se salten las reglas. En cuanto a los coordinadores de la animación, se procedería a su cese y se les privaría de ventajas vinculadas a su labor. En función de la gravedad de la infracción, el club se reserva el derecho de trasladar a los socios a otros sectores de San Mamés y, «en el resto de los casos», se procedería a su «expulsión de la Herri Harmaila».
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