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Hechuras. Robleño traza un pase de pecho al segundo de la tarde. Fotos: Manu Cecilio
Y el toro de Bilbao apareció por fin

Y el toro de Bilbao apareció por fin

Aplausos para Dolores Aguirre ·

Damián Castaño resulta de nuevo protagonista de una corrida muy emocionante gracias a un sobrero de 630 kilos

Lunes, 26 de agosto 2024, 01:05

La corrida de Dolores Aguirre dio de promedio 598 kilos. Volvió a escena, por tanto, el toro de Bilbao que se venía reclamado un día ... y otro también. No solo fueron las apariencias: el cuajo, la seriedad y el volumen. Fue más que nada la casta. Con la casta vieja, la emoción, de grados diferentes porque no hubo dos toros iguales aunque todos, salvo el sexto, tuvieran un sello común. Se daba por descontado que iba a ser la corrida de más seria conducta en varas de toda la semana. Lo fue. La diferencia con cualquiera de las jugadas desde el martes fue abismal. Con la sola excepción de un cuarto que cobró corrido un primer puyazo en la puerta y manseó, todos los toros, prontos al caballo, apretaron y empujaron en puyazos en general medidos y certeros, y sangraron sin que el castigo fuera mayor quebranto. No fue corrida dura de manos ni agarrada al piso. No fue sencilla, porque la bravura no suele serlo, pero tampoco particularmente difícil.

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