La corrida de rejones se mantiene en el programa de Bilbao pese a la renuncia de Pablo Hermoso, que fue quien la renovó, instituyó y ... protagonizó tantos años. Pablo acabó con la fórmula de las colleras, impuso el toro cuatreño de ganaderías de primera fila y encaste exclusivamente Murube, y codificó los carteles en terna. Una revolución de doble filo: de un lado, el cambio de estilos y formas, como conviene a los toreros de época; de otro, cuestión de fondo, el reconocimiento del toreo a caballo equiparado con el toreo a pie y con toros en puntas.
Hoy en vista alegre
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ª de las Corridas Generales. Sergio Galán, Leonardo y Guillermo Hermoso.
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Ganadería. Toros despuntados de Fermín Bohórquez. Criados en una de las fincas más extensas de Andalucía, están considerados como una de las ganaderías con más tradición por su nobleza y forma de embestir.
En la hora de la despedida de Bilbao, Pablo ha optado por compartir cartel con dos toreros artistas y en la mejor fecha de la semana. No es que haya dejado cojo el cartel de apertura del abono. Cojo no, tocado sí. En él cobra protagonismo Guillermo Hermoso, su hijo y delfín, solo veinticinco años pero ya nombre mayor del escalafón. Son los mismos años que Sergio Galán, elegante clasicismo de alta escuela, lleva toreando y luciendo una cuadra muy notable. Leonardo Hernández, ahora Leonardo a secas, hijo del cuerpo igual que Guillermo, ha sufrido cierta marginación desde que en 2023 decidió gestionar su carrera de torero ya veterano. Un jinete extraordinario desde su aparición con aire de privilegiado. Toros de Bohórquez: una garantía.
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