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Viva Suecia, anoche en Bilbao. pedro urresti
Aste Nagusia 2022

Viva Suecia rejuvenece Abandoibarra

viva suecia (abandoibarra) ·

Faltó cierto punch y hubo demasiado aura de couching, constante halago al público y palabrotas del cantante Rafa Val en el concierto indie de los murcianos en un Abandoibarra rejuvenecido

Miércoles, 24 de agosto 2022, 07:01

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El martes, cuarto de los ocho días de conciertos de la Semana Grande, las tres propuestas municipales de las 23.30 de la noche resultaban atractivas: los indies murcianos Viva Suecia en Abandoibarra, que era la opción preferida por el jefe (nosotros pensamos lo mismo que él, pero un poquito después); los folklóricos gallegos Luar Na Lubre en la Plaza Nueva, que siempre suelen estar bien; y el habitual Mariachi Imperial Elegancia Mexicana en La Pérgola con sus corridos machotes y sus rancheras apasionadas (por cierto, atentos al Mariachi Vargas de Tecalitlán en su Gira 125 Aniversario, que recalará en el Euskalduna el 20 de octubre, jueves).

Nada más manifestar el jefe su deseo nos pusimos a laborar e indagando en Facebook vimos que Viva Suecia el lunes por la mañana informaban de esto: «Acabamos de aterrizar en Bilbao, puede que uno de los aeropuertos más divertidos en lo que a emoción se refiere y Fer ha dado al vuelo una puntuación de 6,1. Está a punto de llover y hace una temperatura muy agradable, casi frío, cosa que agradecemos. Ha sido un fin de semana precioso lleno de buenos momentos, volver a encontrarnos con amigos y compis que hacía tiempo que no veíamos, volver a Valencia y, sobre todo, volver a una isla en la que nos sentimos tan mimados y queridos. No esperábamos esta acogida en Tenerife, ¡sois tremendxs! Volver, volver, volver... Tenemos preparada alguna sorpresa para el concierto de Bilbao mañana». O sea para el martes, una única sorpresa: la colaboración en la canción 'A dónde ir' de Gabriel de la Rosa, el cantante de Shinova.

El quinteto ampliado por el teclista Rodrigo (que no sale en las fotos oficiales), capitaneados por el insistentemente zalamero y obstinadamente malhablado Rafa Val (el cantante y guitarrista), proyectados desde un escenario con una brillante y cuadriculada pantalla de fondo y buenas luces, Viva Suecia (Murcia, 2013; tienen tres álbumes, todos en Subterfuge, y el último, 'El milagro', alcanzó el número 2 en ventas) ofrecieron un correcto concierto indie muy festivalero de 17 canciones en 87 minutos afortunadamente levemente crecientes al que habría venido muy bien un poco más de volumen y una ecualización más perfilada, y es que faltó punch aunque ellos aportaron mucho postureo y movimientos escénicos (y algún beso).

Había gente en Abandoibarra pero se estaba holgado y el promedio de edad había descendido visiblemente respecto a los bolos de Urdangarin, Víctor Manuel y El Drogas sobre el mismo escenario. Y entre canción y canción Rafa Val hablaba: «Buenísimas noches, ¿qué tal?, gracias por petar este sitio, hace muchos años estuve como espectador en este mismo lugar viendo a Bob Dylan»; «Viva Murcia, viva Bilbao, viva Euskadi», jaleó sin venir a cuento (y dijo un anónimo cercano: «menos mal que ha parado»); «Hemos estado en Valencia y en Tenerife, y donde mejor tiempo hemos tenido ha sido aquí»; «Tenéis una ciudad cojonuda llena de gente cojonuda»; «Igual no debo decirlo pero estaremos pronto en la Santana 27»…

El correcto concierto discurrió en un ambiente muy pulcro y estimable en comparación con otras zonas festivas. Y arrancó con una intro pregrabada muy litúrgica y eclesial, pero no irrespetuosa, pues oído lo que vino a continuación no estuvo de más entre tanta reflexión ('Qué querías ser de mayor', 'Casi todo'), consejo, autoayuda y couching de todólogo ('No hemos aprendido nada'). Musicalmente Viva Suecia abundaron en la fórmula del indie español, donde tantos grupos caminan sobre el mismo camino como quien dice tocando la misma canción con leves variaciones.

Así, resonaron a menudo a Lori Meyers y a Love Of Lesbian, y a veces a Planetas y a Sidonie. Y las letras se acogieron al indeleble tono lastimero indie («Seremos carne de rutina / Hasta llorar por las esquinas» cantaron en 'Los años'; «Míranos, abriéndonos el pecho / Toda la tristeza en canal / Tan jodidos como satisfechos / De no conocer el final», expusieron en 'La voz del Presidente'; «Toma miedos nuevos / Sabes lo que tienes que hacer», recomendaron en 'Te prometo', oh, el miedo, la inspiración principal del pop actual no solo español) y se atrevieron a marcar el camino al oyente («Todos tus amigos, la familia y los vecinos / Creen que tienen su derecho a decidir», afirmaron en 'A dónde ir').

Fue un concierto para fans (quienes sacaron los móviles y corearon en momentos muy puntuales), un encuentro que se mantuvo plano en el repertorio hasta el tema 12, el citado 'Qué querías ser de mayor', que fue cuando aumentó la comunión con la parroquia. Le siguió un brioso y planetario 'Hemos ganado tiempo' a modo de falso final, y un largo bis con Rafa colgándose el pañuelo de fiestas, agradeciendo a los «amigas y amigos», cosechando coros especiales en 'Bien por ti' («Miento cuando digo que te miento» en espiral) y despidiéndose a lo Lori Meyers en éxtasis con un brutalista a lo Idles 'Amar el conflicto (Todo lo que importa)', aunque lo que más puso en danza a la explanada fue la canción enlatada que usaron los murcianos para amenizar los saludos: 'La bilirrubina' de Juan Luis Guerra.

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