Edurne prende la mecha de los conciertos de Aste Nagusia pese a la lluvia
La cantante encandila al público de Bilbao en el primer concierto de Abandoibarra, cumpliendo con su papel de plato fuerte
Edurne fue la encargada de abrir la veda de la vorágine de conciertos que se avecinan en estos nueve días de Aste Nagusia en Bilbao. ... Si se tratase de un festival de música, la artista madrileña sería sin duda la cabeza de cartel en la Villa. Prometía ser un plato fuerte y cumplió con los pronósticos. La lluvia que no pudo apagar el calor que generó la cantante con su música pop en el escenario de Abandoibarra. Y también gracias al buen ánimo de un entregado público, con muchos valientes que se animaron a cerrar los paraguas para disfrutar de la actuación frente al Guggenheim.
Eso sí, apenas una hora y cuarto de duración y con algún problema de sonido, pero que no pudieron con las ganas de los allí congregados. Unos espectadores de todas las edades, desde niños y jóvenes hasta aitites con txapela. Muchos la conocen por sus clásicos, esos temas del 2000 que la hicieron saltar a la fama después de participar en la cuarta edición de Operación Triunfo, y para qué mentir, el público estaba esperándolos. Lo dejaron claro coreando 'Demasiado tarde' o 'Amores dormidos', dos de sus hits más conocidos, o 'Amanecer', su tema estrella, que hizo sacar el lado más romántico de sus fans.
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La artista ha regresado a los escenarios este 2024 en una nueva gira para presentar el que será su octavo álbum, «Éxtasis», del que ya ha presentado adelantos como los singles «Nada» y «Va por ti». La madrileña aparcó su carrera televisiva para centrarse en la musical y en la producción de un nuevo disco.
Si la lluvia dio una tregua para poder disfrutar de los primeros fuegos artificiales de estas fiestas, el concierto de Edurne no corrió la misma suerte y el tiempo no lo respetó. Hasta escasos minutos antes de la cita con el público bilbaíno, los instrumentos y los micrófonos permanecían tapados con bolsas de basura amarillas para tratar de protegerlos del agua. Los espectadores tardaron en llegar, apurando la hora, pero el recinto acabó llenándose a pesar del mal tiempo.
El agua no evitó que la emoción ya se palpaba entre los fans de la madrileña, algunos llevaban horas esperando para asegurarse un hueco en primera fila. Sólo con encender la gran pantalla que preside el escenario y ver aparecer el nombre de su ídolo ya se escuchan los primeros gritos de exaltación. La lluvia vuelve a apretar pero los pacientes seguidores se lo toman con filosofía: «Si canta 'La gata bajo la lluvia' le hacemos un homenaje».
A las 23:26 empiezan a sonar unos primeros acordes en un escenario vacío, pero que empujan a los espectadores a levantar el ánimo. Cuando pasa la hora fijada para el comienzo del concierto y Edurne sigue sin hacer acto de presencia crece la tensión entre el público. Un retraso que queda opacado por un cielo que se convierte en una cascada. Y cuando cae la mundial, da inicio al espectáculo. De golpe y sopetón, sin presentaciones. La cantante arranca con uno de sus temas recientes, 'Fresas & Champán', para sonreír y disfrutar del baile. Y sobre todo para combatir la lluvia. Una noche en la que hizo un recorrido no solamente por su próximo disco Éxtaxis, sino también por sus otros ocho discos con muchos temas y también singles, como el primero que lanzó: Despierta.
Espectáculo completo
«Ay, Bilbao. Que no para de llover», exclamaba Edurne mientras sus fans vibraban bajo la lluvia. Desde aquí un agradecimiento a la cuadrilla de amigas que acogió a este periodista bajo su paraguas. El chaparrón no impidió disfrutar de un espectáculo completo, al que no le faltó una cuidada coreografía ni cuerpo de baile, formado por cuatro bailarinas. Edurne ofreció una versión muy «bailonga» en comunión con el público, dejándose llevar por la música y dando palmas. La cantante insistía en el suelo resbaladizo del borde del escenario, avisando de por qué no se acercaba: «Me da un poco de miedo».
Los momentos más emotivos de la noche se vivieron con las canciones 'Yanay' y 'Tal vez', que la artista escribió a su hija y a su marido respectivamente y quiso aprovechar para acordarse de ellos y declararles su amor.
Hubo momentos para el escapismo al más puro estilo Puigdemont. Durante el concierto, en un par de ocasiones Edurne desapareció del escenario a la carrera para volver a escena con un cambio de look. La madrileña arrancó la noche con un top negro y una falda rosa de lentejuelas y en el intermedio cambió la falda por un pantalón negro de campana, también de lentejuelas, adornando su atuendo con una chaqueta de las estrellas que le faltaban al cielo. Pasada la hora de concierto, vuelve a desvanecerse. El público se divide entre gritos de «beste bat» y «otra». «¿Volverá?», se preguntan. Entonces salieron al escenario el cuerpo de baile con sombreros de cowboy y sonaron los acordes de 'Amanecer'. No podía faltar su temazo eurovisivo y el más conocido, cantado a capela por el público.
Algunos espectadores no aguantaron hasta el final por el aguacero, pero a otros muchos el concierto se les hizo corto ya que a duras penas superó la hora de duración. Como fin de fiesta, Edurne eligió la cación más esperada por el público: 'Amores Dormidos'. Y así puso fin a este primer concierto de Aste Nagusia.
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