Bilbao exprime las ganas de fiesta: marmitako, herri kirolak, fans extranjeros...
El ambiente de celebración impregna todos los rincones de la villa con actividades para todos los públicos a horas de que Aste Nagusia llegue a su fin
Faltan horas para que la llama de la Aste Nagusia se apague por completo hasta el año que viene. Pero hasta que eso pase la ... fiesta se va a apurar hasta el final. Este sábado miles y miles de bilbaínos -y no tan bilbaínos- aprovecharon para empaparse del ambiente de celebración que se vive en estos días tan marcados en rojo en el calendario. Da igual se mire por donde se mire: la mayoría de rincones, calles, bares, restaurantes, plazas y paseos estuvieron llenos hasta la bandera.
Gran parte del ambiente festivo que reinó en la villa estaba en el Arenal, convertido en el epicentro de un amplio catálogo de actividades. Tanto familias como cuadrillas de amigos disfrutaron del concierto de la Banda Municipal de Bilbao en el Kiosko, donde todos los asientos estaban ocupados. Pero el oído no fue el único de los sentidos humanos de los se ocupa la Semana Grande. Y es que el tradicional concurso gastronómico tuvo este sábado su penúltima fecha con el marmitako, y se encargó del olfato y del sabor -esto último solo para los más afortunados-. Sea como sea, se trata de un espacio en el que se juntan los grupos de amigos no solo para cocinar, sino para charlar, beber, comer y, en definitiva, compartir vivencias.
El plan de muchos fue venir a pasar el día entero y exprimirlo al máximo: «Queda poco para que acaben las fiestas y hay que aprovechar», decía Gorka, que vino junto a su mujer y su hijo, que apenas tiene unos meses de vida. «Nuestro plan es comer unos pintxos y probar la sidra, disfrutar del ambiente y retirarnos sobre las ocho». Señalaba a la criatura, que todavía sigue estando en el carrito y contaba entre risas que «tiene que aprender desde muy pequeño que aquí el ambiente es espectacular».
Por una labor indispensable
Mientas tanto, en la explanada del Teatro Arriaga se desarrollaban los herri kirolak, donde se congregaron cientos de personas -la inmensa mayoría ataviadas con el pañuelo azul de la baldosa bilbaína o el que lleva grabado el escudo de la villa-. Y echando la vista un poco más allá, se podía percibir con claridad que en la calle Bidebarrieta tampoco cabía un alfiler. Pasear por el Casco Viejo implica escuchar inglés, francés, alemán, e incluso danés. Emil y Frida llegaron a la capital vizcaína desde el país escandinavo el jueves, aunque él, futbolero, ya se ha hecho con una camiseta del Athletic. Alucinaban con el ambiente: «Nos está encantando, en nuestro país no tenemos nada igual», contaban. Una de las cosas que más les ha gustado, dicen, es la comida: «Todo lo que hemos probado hasta ahora está riquísimo. Para repetir, sin duda».
Para hacer funcionar unas fiestas como Aste Nagusia, que el año pasado alcanzó su récord con 1,6 millones de participantes, se necesitan muchos engranajes engrasados. Y la Asociación BilbaoCentro se encargó ayer de homenajear a los sectores indispensables por su aportación a «una fiesta sin parangón» con la segunda edición de los 'Zapi Sariak'. Los premiados fueron Telebilbao, «por ser altavoz de lo que acontece en espacios festivos», fue el primer premiado. El periodista Joseba Solozabal dejó un mensaje para todos los asistentes: «Llevad vuestro corazón al teatro, al comercio, a las calles, llevadlo por la vida; eso siempre funciona».
Las 620 personas que trabajan en el área municipal de limpieza también salieron premiadas por su «impecable» trabajo a favor de la imagen de la ciudad. El concejal del área, Kepa Odriozola, salió a por el premio y secundó totalmente las palabras del presidente de BilbaoCentro, Adolfo Lorente, que solicitó a los bilbaínos que «cada vez que veamos a estos señores de verde y naranja en nuestras calles, les digamos 'buenos días', que no cuesta nada, como agradecimiento».
También hay que reconocer que unas fiestas no son nada sin cerveza. Por ello, La Salve también salió premiada «por su innovación en el producto que se sirve en las txosnas». Eduardo Saiz, su director, afirmó que «todas las grandes ciudades tienen una cerveza, y Bilbao ya es una de ellas». Por último, la asociación galardonó a las actrices Karmele Larrinaga y Gemma Martínez por la obra teatral 'La llamaban loca', que está cosechando un gran éxito, como reconocimiento a la cultura. «Seguid yendo al teatro, al cine, porque eso es lo que nos hace mejores personas y mejores ciudadanos», afirmaron. Un premio que les entregó Juan Mari Aburto, alcalde de la villa, que afirmó que en Aste Nagusia «pasan muchas cosas buenas y fundamentalmente, la gente disfruta».
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