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Menos basura en la Aste Nagusia
El primer fin de semana de fiestas reduce en un 8% los residuos generados respecto a la pasada edición y aumenta el reciclaje de plásticos
xabier garmendia
Martes, 20 de agosto 2019, 00:27
La Aste Nagusia es juerga, diversión, cachondeo, pero también constituye de paso un exigente examen de civismo en pleno centro de Bilbao. En un 2019 ... protagonizado por la creciente preocupación ecologista, las fiestas populares representan un momento idóneo para testar la actitud de la ciudadanía. ¿Estamos tomando nota de las severas advertencias que nos hacen los expertos sobre el futuro del planeta? ¿Hay mayor concienciación? Los primeros datos que maneja el Ayuntamiento parecen avalarlo, aunque habrá que esperar al balance final. Por lo pronto, durante el primer fin de semana de celebración, el servicio municipal de limpieza recogió un total de 97,2 toneladas de residuos, lo que representa casi un 8% menos que en el mismo periodo de la pasada edición. Pero es que además, la basura depositada en los contenedores del recinto festivo se está distribuyendo mejor, lo cual facilita su reciclaje.
«El primer balance es claramente positivo. Siempre que los datos mejoran, hay que felicitarse por ello, aunque aún tenemos mucho margen», valora Kepa Odriozola, concejal delegado de Servicios y Calidad de Vida. El Consistorio despliega durante los nueve días de fiestas un importante operativo para garantizar la limpieza de las calles y zonas verdes, especialmente en El Arenal. Casi 600 trabajadores municipales participan en el mismo desde las seis de la mañana, cuando todavía miles de personas apuran los últimos minutos de diversión en las txosnas. «No se nos puede olvidar que los operarios también son una parte fundamental de la celebración. Sin ellos sería imposible una Aste Nagusia tal y como la conocemos», aprecia el edil.
Más allá de la notable reducción en el volumen de los residuos generados entre el sábado y el domingo, uno de los detalles que más interesa al departamento municipal competente es la tasa de reciclaje. Resulta un proceso complicado durante las fiestas porque gran parte de la basura acaba desperdigada por el suelo o dentro de contenedores en los que se mezcla todo. Según los datos oficiales avanzados a este periódico, 81,2 toneladas terminaron en la fracción resto frente a solo 16 que lo hicieron en los recipientes de plásticos, cartones, vidrios y orgánicos. A nadie se le escapa que esa proporción no se corresponde a la tipología de desechos que suele dejar una celebración multitudinaria como esta. Es por eso que el Consistorio bilbaíno hace año tras año un llamamiento para que los asistentes depositen correctamente la basura, de la misma forma que cualquiera lo hace en su casa.
En cualquier caso, en este apartado también se ha conseguido dar un paso adelante. De los datos se desprende que las fracciones reciclables han recibido en esta ocasión un 16,5% del total de los desechos. En el primer fin de semana de la pasada edición apenas se pudo rozar el 11%. «Estamos haciendo un consumo más responsable con el que acumulamos menos residuos y encima los separamos mejor que antes. Es lo que buscamos», incide Odriozola. Una de las razones fundamentales está, en opinión del concejal, en la «mayor concienciación» que hay especialmente en torno a los plásticos. De hecho, los operarios del servicio han detectado que los contenedores de envases se están llenando con mayor rapidez en zonas como la Plaza Circular, que acoge este año la celebración de las verbenas. «Allí vamos a reforzar esta fracción para responder mejor a las necesidades», anuncia.
«Acumulamos menos residuos y los separamos mejor»
Kepa Odriozola | Concejal de Servicios
El reto de la ría
Una de las principales preocupaciones del Ayuntamiento durante esta edición es la ría. En realidad siempre lo es y por eso cada año dos embarcaciones se encargan de limpiar la lámina de agua y baldear las escaleras de acceso desde los muelles. Pero ahora el riesgo de ensuciarla es aún mayor dada la reordenación de las txosnas de asociaciones y colectivos al margen de Bilboko Konpartsak. La mudanza desde la Plaza Circular a Ripa, entre la desembocadura de la calle Príncipe y el edificio Aznar, incrementa las probabilidades de que vasos, botellas y otros residuos caigan al agua. Para tratar de evitarlo, se han instalado barreras flotantes. «Era algo a lo que nos veíamos obligados y afortunadamente están funcionando bien», relata Odriozola.
Con seis largas jornadas festivas aún por delante, los responsables municipales llaman a no bajar la guardia porque la situación «siempre se puede mejorar». Igualmente, aprovechan para pedir a la ciudadanía que facilite en todo lo que pueda el trabajo de los operarios del servicio de limpieza, quienes en más de una ocasión viven algún que otro momento de tensión con los juerguistas que aguantan el tipo en pleno amanecer. «Los trabajadores comentan que se sienten cada vez más respetados. Hay veces que nos puede parecer que incordian, pero no debemos olvidar que ellos también contribuyen al éxito de las fiestas», remacha el concejal.
En su contexto
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97,2 toneladas de basura recogió el servicio municipal de limpieza de Bilbao durante el primer fin de semana de la Aste Nagusia. La cantidad total representa prácticamente un 8% menos que en el mismo periodo de la edición del año pasado, cuando se acumularon 105,6 toneladas.
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Mejor separada La inmensa mayoría de los desechos generados durante las fiestas acaban en la fracción resto porque se acumulan en el suelo o se mezclan. Solo un 16,5% del total ha terminado en la fracción reciclable, aunque el año pasado ni siquiera se llegó al 11%.
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600 trabajadores integran el operativo especial que activa el Ayuntamiento de Bilbao para garantizar la limpieza en la Aste Nagusia. De ellos, unos 560 son barrenderos, 30 se dedican a labores de jardinería y cinco se encargan de taludes y mobiliario urbano.
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Limpieza en la ría Dos embarcaciones se encargan de la limpieza de la ría entre el puente San Antón y el Museo Marítimo. Asimismo, se han instalado varias barreras flotantes para evitar que caigan residuos al agua y, en tal caso, que desciendan hacia el mar.
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