Deportivo Alavés
El Alavés ahonda en su versatilidad durante la pretemporadaCon dibujos que van de los dos delanteros a la defensa de tres, el apuesta por un fútbol camaleónico mientras reconfigura su plantilla
El Deportivo Alavés avanza a través de una pretemporada particular influida de raíz por un final de curso no menos extraño. Su realidad estival ... es más breve que de costumbre y, por lo tanto, exige que sus ritmos sean otros, más veloces. En definitiva, debe recuperar lo antes posible la desventaja respecto al grueso de equipos de Primera, que arrancaron su preparación al menos una semana antes. Pero en ese camino el equipo se ha encontrado con un mercado que lleva un tempo diferente. Mucho más lento. Así, esa mezcla antitética arroja un equipo aún en construcción cuantitativa y cualitativa que, por otro lado, no da con las piezas que le permitan avanzar de forma plena en ese proceso.
En ese escenario, Luis García se ha visto obligado a practicar su particular multiplicación de los panes y los peces. El técnico, autodefinido durante toda su carrera como camaleónico y versátil en lo que a planteamientos y estilos de juego se refiere, ha profundizado en ese principio. Si el curso pasado su Alavés ya fue un equipo versátil, que se atrevía tanto a salir jugando desde atrás como a esperar en su campo al rival en función del escenario, durante este verano el equipo ha ampliado su abanico de habilidades. Porque el núcleo del equipo es el mismo, aunque también hay caras nuevas y, sobre todo, el contexto deportivo durante el año será radicalmente opuesto. De gallito de la categoría a sufridor aspirante por la permanencia. Y eso, sobre el campo, suele obligar a tener menos balón del que se quiere y a correr mucho para recuperarlo.
Le ha costado tener el balón con continuidad, pero también muestra voluntad creativa con él
Así fue en los dos duelos ante equipos de Primera. Valencia y Osasuna mostraron ese punto de adaptación a la élite que al Alavés aún le falta. Contra los levantinos, los albiazules pagaron el cansancio y el calor con errores inusuales que, ante adversarios de estos galones, siempre acaban en sentencia condenatoria. Contra Osasuna también mostró cierta falta de contundencia achacable al aún irregular ritmo del bloque, pero sí que logró compensar esas carencias con un sólido nivel competitivo grupal y puntería en ataque.
Buena puntería
En Tajonar, el Alavés no necesitó mucho para marcar tres goles. Tampoco debió generar una oleada de ocasiones para endosarle dos al Racing o uno al Tenerife. Su nivel de acierto estival es bueno. Aunque aún perdone demasiado -contra Osasuna erró algunas situaciones prometedoras frente al portero- y le falte llegar con mayor fluidez. Ahí debe incorporar una figura que ejerza como referente, pero mientras combina a los tres delanteros -Giuliano Simeone, Miguel y Sylla- en planteamientos diversos.
Esa pizarra versátil es otra de las claves de la pretemporada albiazul. Si el curso pasado apenas abandonó el 4-2-3-1, con matices en la media punta, por un 4-4-2 que no terminó de resultar, este verano Luis García se ha entregado a las pruebas. Desde el clásico sistema de los dos delanteros al que ya le funcionó la temporada pasada o una ligera variante, el 4-3-3, que da mayor peso a la creación en el centro del campo y que permite, además de situar a Guridi en una posición algo más retrasada, dar hueco en el campo a la vez a varias piezas de creación como Blanco, Guevara o incluso Benavídez. Aunque incluso en Tajonar el técnico optó por una suerte de novedoso 3-4-2-1, con tres centrales, carrileros largos y una línea de enganches formada por Rioja y Miguel.
Como el curso pasado, ha sabido mantener su presión elevada para generar peligro
Esas pruebas han permitido al técnico explotar la polivalencia de sus jugadores. Javi López pudo jugar de carrilero, una parcela que casa mejor con sus virtudes que la de lateral puro, mientras que Duarte actuó entonces de central. Rioja ha tenido protagonismo por dentro y Miguel también ha actuado durante muchos minutos caído a banda. Variantes que, sumadas a la cantera -destaca Joseda, lateral y carrilero derecho titular durante toda la preparación- profundizan en la ya consabida versatilidad albiazul. Un arma que deberá esgrimir mientras termina de encontrar todas sus certezas.
El equipo juega esta tarde en Briviesca ante el Burgos su último amistoso
El Deportivo Alavés abrocha esta tarde en Briviesca la pretemporada de su regreso a Primera. Tres semanas y media desde el 13 de julio que, con los reconocimientos médicos, dio inicio a la puesta a punto albiazul. Con apenas un día de descanso respecto a su victoria en Tajonar, lo que sugiere una oleada de cambios de Luis García en el once titular, el Alavés se mide ante el Burgos en Briviesca (19 horas). Su última prueba con red antes de que empiece la función.
Será su tercer adversario de Segunda. De momento, el balance es inmejorable: triunfo solvente en el estreno contra el Racing (1-2) y victoria de eficacia frente al Tenerife durante la concentración levantina (0-1). El Burgos ofrece otro escenario. El cuadro castellano, una de las revelaciones de la temporada pasada, llega renovado. El marcado estilo de Calero ha dado paso al libreto de Jon Pérez Bolo en el banquillo. Con seis fichajes realizados, registra en su temporada una victoria, dos empates y una derrota. La última, el viernes por la tarde ante el mismo rival albiazul de ese día, Osasuna (1-2).
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