Osasuna 2-3 Alavés | Pretemporada

El Alavés mantiene su gen competitivo en el derbi

El Deportivo Alavés se ha anotado un doble triunfo en Tajonar frente a Osasuna (2-3). El futbolístico, con su primera victoria del verano ante un adversario de la máxima categoría y que además se cuelga con orgullo el sufrido parche que le acredita como contendiente del fútbol continental, pero también el moral. En el derbi, los albiazules han sabido competir y, sobre todo, explotar sus armas. Ver sobre el campo, en definitiva, un reflejo reconocible de lo que son para seguir construyendo un proyecto aún incipiente. Porque de momento, el cóctel que quiere servir el Deportivo Alavés en su regreso a Primera es inconcreto. Con ingredientes interesantes que no terminan de casar entre sí y otros que procura suprimir para que no le amarguen el producto final. Un producto, por otra parte, coherente debido a una pretemporada comprimida que le hará llegar al inicio liguero con la obligación de seguir progresando mientras procura sumar sus primeros puntos. El partido ante Osasuna, penúltimo de la preparación y último ante un adversario de la máxima categoría, encaja dentro de ese apurado ensayo y error.

También lo son las pruebas en un once condicionado por el lento ritmo del mercado. Con demasiados huecos aún por cubrir, cualquier once estival sugiere patrones más que estructuras. Ideas que aplicar independientemente del dibujo. Porque se antoja improbable que el bloque con tres centrales de este viernes sea el planteamiento habitual del equipo en Liga. Luis García ha apostado por Duarte como acompañante de Sedlar y Abqar en el centro de la defensa, Javi López en el carril zurdo y la dupla Miguel-Rioja en penúltima línea tras el hiperactivo Giuliano Simeone. Pruebas, más pruebas y muchos cambios.

Aunque de inicio la tónica ha sido similar a la vista frente al Valencia. Un rival dominador con el balón frente a un Alavés enclaustrado en su campo, sin apenas opciones de disputar la posesión y encomendado al balón largo. El cuadro navarro, más rodado pero sobre todo dueño del poso que solo confiere un proyecto largo en el banquillo como el de Arrasate, ha llevado el ritmo general del choque. Sin terminar de encontrar la fluidez en el juego y sí en otras facetas como los centros al área o el dominio de una figura clave en su juego, el delantero Budimir. Él, en el 8, ha estrellado en el larguero un feroz zarpazo que ha dado inicio a las hostilidades.

Ahí, cuando el guion parecía cada vez más marcado, el Alavés se ha encargado de reescribirlo. Entre sus primeros boqueos de angustia y el 0-2 han pasado poco más de diez minutos. Suficientes para, en dos lances a balón parado, aclarar que algunas de sus mejores armas permanecen intactas. En el 11, un cabezazo picado de Sedlar tras una falta botada por Duarte ha sorprendido a Aitor Fernández. Con Osasuna todavía aturdido por el inesperado golpe, una buena conexión albiazul ha dejado a Giuliano en un mano a mano con el portero. Errado por el delantero, pero que en el último momento ha sido derribado dentro del área. Penalti. Miguel ha puesto un 0-2 que premiaba la eficacia albiazul. Poco después ha podido marcar el tercero en un mano a mano; esta vez, sin claridad.

El rival albiazul, noqueado, ha respondido de la misma manera que los albiazules. Siete minutos le han bastado para marcar dos goles y reequilibrar la contienda frente a un Alavés demasiado timorato en defensa. Que ha permitido, en el 29, rematar solo con el pecho a Budimir en el área pequeña para marcar el primero. Y sin contundencia siete después para despejar de forma definitiva otro balón llegado desde la izquierda de Mojica tras una serie de rechaces. Hasta que Javi Martínez ha encontrado el camino del empate y ha vuelto a dar la iniciativa al cuadro rojillo hasta el descanso.

Siete nuevos albiazules han entrado de inicio en el arranque de la segunda mitad. Misma estructura, pero un equipo prácticamente nuevo; entre ellos, un Antonio Blanco que se ha reestrenado a buen nivel. Otras dos de esas novedades, Guridi y Alkain, se han asociado en la primera jugada del segundo acto para dejar solo a uno que ya estaba sobre el campo, Miguel, con un pase de la muerte que no ha desaprovechado. Un prometedor inicio no sostenido por ninguno de los contendientes. El balón ha seguido siendo de Osasuna, más mermado en lo físico – con otro partido a la tarde, solo ha desplazado tres suplentes y no ha hecho su primer cambio hasta el 76-, pero sin apenas ocasiones. Algunos balones al área que un creciente Owono ha solventado y otra buena ocasión de Miguel sin premio tras un robo a Unai García han puesto el aderezo antes del tramo final.

En el 71, Luis García ha alterado su dibujo inicial con la entrada de Abdallahi en el medio. Poco antes, Maras ha vuelto a jugar sus primeros minutos desde enero. El serbio ha formado pareja con Rafa Marín en un 4-2-3-1 más reconocible con el físico del canterano mauritano como enganche. Una permuta que, con ambos equipos más cansados y deslavazados, deja aún menor margen para conclusiones categóricas. Pocas pueden serlo en pretemporada. Que el Alavés sigue siendo competitivo es una de ellas.

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