Valencia 2 - 0 Alavés | Tercer amistoso de pretemporada

El Alavés cae ante el Valencia con una evidente falta de rodaje

Sin muchas conclusiones que extraer dada una falta de rodaje que justifica algunos males del equipo ayer, el Alavés sí puede, y debe, aprenderse una lección. Equivocarse ante un equipo de Primera cuesta caro. Dos errores, dos goles del rival. En el minuto 40, la falta de tensión en un córner rival, fruto del cansancio, propició el primer tanto. Gayá sacó el córner raso hacia atrás, y Hugo González no tuvo ninguna oposición para entrar en el área y colocar un centro de campanillas con el que Cenk introdujo al balón y a Guridi en la portería.

El segundo llegó en el ecuador de la segunda parte. En el que casi era el primer lance del partido del debutante Rafa Marín, Hugo Duro le ganó el duelo. Ambos chocaron y el central sevillano cayó al suelo y quedó eliminado de la acción. El delantero valencianista condujo hasta la frontal, levantó la cabeza y entregó el balón al joven Martín Tejón. Ahí Duarte quiso apagar el fuego con gasolina. Se lanzó al suelo para cortar la jugada pero lo hizo sin la contundencia necesaria ante el canterano de 19 años, que definió con facilidad ante Sivera.

Se puede decir que el portero fue el mejor de los albiazules. En el 36 realizó un paradón en el mano a mano ante Gayá, que se entretuvo, y en la segunda parte tuvo que intervenir en un par de disparos lejanos de Diego López. Fue el único que aguantó los 90 minutos.

Un buen inicio

El Alavés compitió hasta la pausa de hidratación. Bien plantado de inicio, buscando al Valencia en su propio campo, logró recuperar un par de balones con los que Guridi y Giuliano inquietaron en el área rival. El delantero cedido por el Atlético mantuvo un duelo de titanes ante Gabriel Paulista, pero a medida que el cuadro dirigido por Baraja exigió al de Luis García recular, Giuliano se apagó.

La novedad en el once albiazul, además del 4-3-3 con Miguel en banda, fue Abdallahi, de admirables condiciones físicas pero falto de movilidad con el balón. El internacional mauritano destacó desde el banquillo en los dos primeros partidos pero ayer desaprovechó una oportunidad de demostrar que puede quedarse en el primer equipo. Del resto del centro del campo, más allá del encomiable trabajo realizado de un lado hacia otro, apenas se pudo mover el balón, en una buena muestra de que a los vitorianos les costó trenzar jugadas con más de cuatro pases.

Guevara se desgañitaba pidiéndola, pero la enérgica presión del Valencia, repleto de jugadores del filial y con tan solo un fichaje (Pepelu), inhabilitó cualquier opción de proponer un juego más combinativo. Y si ante la falta de filo en ataque, le sumas una brecha en el físico, la diferencia entre ambos equipos es insalvable.

En la segunda mitad, los suplentes del Valencia salieron con más chispa y sentenciaron. El Alavés, al menos, gozó de una buena ocasión. Un resbalón de Javi Guerra en el centro del campo permitió a Godoy avanzar hasta la frontal y servir medio gol a Sylla, que picó el balón por encima de Mamardashvili pero lo dirigió fuera. Un disparo de falta de Javi López fue el otro intento en la cuenta albiazul. A 15 días del arranque liguero, queda rodaje y jugadores por venir para discernir el verdadero potencial alavesista.