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James Robertson.

Camina 33 kilómetros todos los días para ir a trabajar pero la solidaridad cambiará su vida

James Robertson, de 56 años, lleva una década yendo a pie hasta el trabajo porque se le estropeó su coche y nunca pudo arreglarlo. Las aportaciones en las redes sociales para comprarle uno nuevo han superado los 258.000 euros y una empresa ya se ha ofrecido a regalárselo

elcorreo.com

Jueves, 5 de febrero 2015, 21:36

Hay historias inspiradoras que impulsan a creer en la voluntad del ser humano. Siempre hacia delante. Como James Robertson, un hombre de 56 años de Detroit (EEUU), que cada día, de lunes a viernes, se levanta a las 8.00 horas de la mañana para poder llegar a las 14:00 horas de la tarde a su trabajo. Es empleado en una fábrica de productos plásticos ubicada a 33 kilómetros de su casa. Una distancia que se multiplica por dos al final de la jornada -ida y vuelta- y que James tiene que recorrer a pie.

Sale del trabajo a las 10 de la noche y regresa a casa, exhausto, a las 4 de la madrugada. Dos horas después vuelve a la rutina: levantarse para andar y andar hasta su puesto de trabajo. Su historia, que Robertson dice ser la de "mucha gente", llegó a oídos de Evan Leedy, un estudiante de la Wayne State University de Detroit, que puso en marcha una campaña de crowfunding con la que esperaba recaudar unos 5.000 dólares (4.357 euros) para comprarle un coche. Para asombro de Leedy, la cantidad acumulada supera ya los 200.000 dólares, más de 174.000 euros. Su historia ha llegado hasta un concesionario de Ford, que ha anunciado que le donará uno de sus vehículos

"Estoy aturdido", confesaba Robertson a la revista 'People' este martes. "¿Quién habría imaginado que un simple paseo terminara en esto? Hace días os habría dicho que estáis locos... Me tomo esto como una señal de que es momento de volver a conducir de nuevo y dormir más de dos horas por las noches", aseguraba. En declaraciones a la CBS explicaba cómo se mentalizaba para caminar tanto cada día y dormir tan poco. "Lo hago sin excusas. Si quieres algo, tienes que ir a por ello", afirmaba.

Más de 260.000 euros

Aunque parte del trayecto lo realiza en autobús, Robertson todavía tiene que caminar 34 kilómetros diarios, con temperaturas que pueden situarse en -30 grados centígrados en invierno, para llegar a una factoría en la localidad de Rochester Hills, en las cercanías de Detroit. Desde que la historia de Robertson fue revelada por el periódico "Detroit Free Press" a principios de semana, sus penurias han generado una oleada de compasión en Estados Unidos y Canadá.

Una campaña iniciada por el periódico para recaudar el dinero suficiente para que Roberston pudiese comprar un automóvil para ir a trabajar ha acumulado, hasta el momento, más de 300.000 dólares, más de 260.000 euros. Y las donaciones siguen llegando. El "Detroit Free Press" está siendo inundado cada día por llamadas y correo electrónicos para ofrecer a Robertson dinero, vehículos, empleo o simplemente ánimos.

El trabajador ha estado andando los 34 kilómetros diarios para acudir a su trabajo y regresar a su domicilio durante los últimos diez años, desde que su automóvil, un Honda Accord 1988, dejó de funcionar. Robertson, que es un empleado modélico en una factoría que produce moldes de inyección, cobra 10,55 dólares a la hora, lo que le impide comparar un vehículo y pagar por el seguro. En declaraciones al periódico de Detroit, Robertson reconoció que las horas que pasa cada día andando suponen menos tiempo para descansar y dormir, por lo que recurre a beber diariamente litros de refrescos con cafeína para mantenerse activo.

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