Ponga un amante en su vida

'La vida es corta. Tenga un amante'. Con este lema y el escándalo aparejado nació en Toronto hace doce años la empresa de contactos Ashley Madison. El negocio de promover la infidelidad se ha revelado muy rentable: hoy tiene 25 millones de socios en 35 países, 100 millones de dólares facturados el pasado año y un montón de imitadores. "El adulterio siempre ha existido", justifica Noel Biderman, director ejecutivo y fundador de la multinacional canadiense. "La gente es libre de elegir lo que quiere, sobre todo en materia de sexualidad. Una relación extramatrimonial requiere dos componentes: conocer a alguien y no ser descubierto. Yo los proporciono, lleno un vacío enorme en los corazones de los hombres y las mujeres casadas, pero no recibo un extra cuando el vínculo termina en un dormitorio".

Su cliente tipo ronda los cuarenta años; hay entre ellos más hombres que mujeres y sus estratos sociales son tan diversos como las razones que les empujan a pretender echar una cana al aire. "Algunos acuden porque no tienen sexo satisfactorio con su pareja, que les gusta y a la que no quieren dejar; otros porque no se contentan sólo con un compañero, por aportar a su vida un momento de locura o por compartir una experiencia sexual alejada de lo convencional", desgrana Pepper Schwartz, profesora de Sociología y especialista en parejas en la Universidad de Washington. Curiosamente, los 'picos' en la demanda de este servicio se producen precisamente tras las vacaciones de Navidad y verano y en los días inmediatamente después de la celebración de San Valentín.

De manera segura

Una reciente encuesta de Ashley Madison pone de relieve que la insatisfacción sexual suele ser el desencadenante más habitual de la infidelidad. Así, en el caso de los hombres, dar salida a los deseos carnales insatisfechos es el principal detonante (44%), seguido por la inquietud por romper la rutina cotidiana con experiencias excitantes (18%) y la venganza (10%). Por su parte, el 38% de las mujeres casadas que engañan a sus parejas confiesan que se han buscado una aventura para volver a sentirse deseadas, mientras que el 21% lo hace para cubrir la falta de sexo conyugal.

Según un estudio publicado por la revista estadounidense 'Journal of Marital and Family Therapy', el 22% de los hombres y el 14% de las mujeres de ese país han engañado a sus parejas al menos una vez durante su matrimonio. El surgimiento de portales especializados en facilitarles la tarea está haciendo crecer su número, en opinión de muchos expertos. "No tengo datos reales, pero creo que sí, porque muchas personas desean vivir una relación extramatrimonial pero no tienen la más mínima idea de cómo hacerlo de manera segura", señala Schwartz.