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Maldon es una villa del sudeste de Inglaterra célebre por la producción de una sal apreciada por los gurmés. En la ribera sur del río ... Backwater, cuyo estuario es fuente de su riqueza y un muy bello paisaje, tiene una población de unos 11.000 habitantes y es la sede de un distrito municipal de unos 60.000. En el casco urbano hay una iglesia cuya existencia se remonta al siglo XI, dedicada a Santa María la Virgen. Sigue la tradición anglocatólica. Es la Iglesia Alta que preserva los rituales, los sacramentos, el incienso, la música, distante de las bajas, más iconoclastas, que suman a las corrientes diversas de la Iglesia de Inglaterra, la institución religiosa oficial del Reino Unido.
En Santa María la Virgen, un coadjutor nacido en Vitoria con buena voz y experiencia en la música coral canta de vez en cuando el Padrenuestro en euskera. «Gure Aita zeruetan zarena: santu izan bedi zure izena, etor bide zuren erreinua, egin bedi zure nahia zeruan bezala lurrean ere». Lo hace a feligreses del condado de Essex que acogen con gusto el canto en una lengua impenetrable. Raúl Díaz de Arkaia es un hombre honesto. Cuenta con claridad los retos, errores e ilusiones de un itinerario vital que le ha llevado en 52 años de ser un estudiante insatisfecho en Vitoria a vivir hoy como asistente de la Iglesia anglicana en un valle de la región de Suffolk, a la espera de ser ordenado sacerdote en junio de 2025.
Cuando tenía 18 años y era inseguro sobre el futuro, una amiga de la escuela de formación profesional le animó a conocer a su hermano, postulante en la orden carmelita. Acudió a un retiro en la casa de los padres carmelitas en Calahorra y tuvo «un encuentro personal con Jesús». «He hablado con personas que han sentido una llamada y es muy difícil expresarlo con palabras humanas, pero yo tuve muy claro que Dios me estaba llamando al sacerdocio». Decidió inscribirse en la Facultad de Teología de Vitoria. La tercera conversación con el psicólogo del seminario le abrió la puerta. Era percibido como una personalidad madura. «Pero ya en el inicio de los cursos entendía que el celibato era una carga demasiado pesada. Se convirtió en un obstáculo insalvable», afirma Díaz de Arkaia. En el cuarto curso abandonó la facultad.
Se matriculó en Comunicación Audiovisual en la Facultad de Periodismo de la Universidad de Navarra. «El contacto directo con la gente del Opus Dei mantuvo viva mi fe», afirma. «Jamás me presionaron, y eso es algo que me gusta decir, porque la Obra siempre está rodeado de controversia. Me trataron con mucho respeto». Al terminar la carrera contrae un matrimonio que resultaría fallido y a la espera de encontrar trabajo como periodista desempeña con satisfacción el oficio de acomodador y ocasional proyeccionista en un multicine. Encontró la oportunidad de trabajar en televisiones y radios pero sin seguridad laboral. Trabajó también como camarero en los bares del partido Eusko Alkartasuna, del que fue candidato en las elecciones municipales. Fue víctima de una estafa cuando creó una empresa para la organización de eventos. Arruinado, trabajó como chófer de élite hasta que el agotamiento le obligó a parar. «No podía soportar el sentimiento de vergüenza y fracaso, empecé a pensar en marcharme».
Se había alejado de la religión, pero caminando por la capital vasca entabló conversación con una persona a la que conocía por su vida pública y que le reveló que él era anglicano. «Yo no había conocido a nadie de esa confesión y no sabía más que lo poquito que me hubieran enseñado en la Facultad», recuerda. «Cuando me explicó en qué consistía su fe, sentí ese calor en el corazón. Es mi segundo gran encuentro». Se vinculó a la comunidad anglicana de Pamplona, en la Iglesia de San Mateo. A finales de 2016 va en avión a Inglaterra para pasar siete días con la idea de encontrar alojamiento. Lo hace en Colchester, en el condado de Essex, acordando el alquiler de una habitación en la vivienda de un generoso matrimonio. En febrero de 2017 vuela para vivir en su nueva casa.
Allí consigue puestos de trabajo como empleado de una casa de subastas de automóviles y profesor de español en una academia para mujeres de avanzada edad. En ella conoce a su mujer. Trabaja también como empleado de una prisión, algo que le inspira a contemplar un futuro de capellán de prisiones. Deciden marcharse a una villa rural cerca de la ciudad de Ipswich, porque los precios en Essex son insostenibles. Asentados en la aldea, invitan un día a la párroca de la comarca, la madre Annette, que guía a Arkaia hacia el ingreso en las instituciones de la Iglesia de Inglaterra. En primer lugar, el seminario de Westcott House, en Cambridge.
En Maldon viven los padres de su esposa. Visitando la Iglesia de Santa María la Virgen, Díaz de Arkaia conoció al padre Robert, un sacerdote al borde de la jubilación que pasaba tiempo en Francia y era curioso sobre las culturas de los demás. Cuando el vitoriano le dijo que en el País Vasco se cantaba la misa en euskera, le invitó a cantar el 'Our Father' en euskera. Raúl cree que los feligreses de Essex asocian su música a los bellos cánticos rituales en la Iglesia ortodoxa.
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