Vitoria permite el uso hostelero y de oficinas en el solar de la Casa Alfaro
El Plan General cifra en 1.500 metros de uso terciario el terreno que alberga el caserón y Urbanismo estudia el plan de los promotores de hacer 30 suites
El Plan General de Ordenación Urbana de Vitoria, aprobado de manera provisional la pasada semana con los votos a favor del PSE-PNV y Elkarrekin, ... allana el camino para que la Casa de los Alfaro escape de la ruina. El número 5 de la calle Manuel Iradier se retrata en el planeamiento como «parcela aislada de 1.519 metros cuadrados de superficie y uso terciario-oficinas con la preexistencia de un edificio catalogado». Es decir, que Vitoria asume definitvamente que el futuro de ese espacio en el Ensanche de Vitoria, muy cerca de La Florida y del Carmen, pasa por el de albergar un hotel, como pretenden los dueños del casoplón desde hace varios años.
Los promotores (el grupo inversor Iradier Gardens que encabeza Juan José Gracia) presentaron en septiembre al Ayuntamiento un nuevo plan para insuflar vida al moribundo inmueble. Urbanismo aún estudia un proyecto que, según reveló EL CORREO, contempla aprovechar casi todo el potencial urbanístico que la normativa concede a la parcela y ante la imposibilidad de ampliar el edificio por su grado de protección, levantar junto a él dos nuevos módulos que permitan su reconversión en un alojamiento turístico.
El rediseño de usos de esta parcela, que necesitará ser aprobado por mayoría en el pleno, prevé un bloque para habitaciones en un lateral de la Casa de los Alfaro. Ocupará el espacio libre entre el inmueble y el número 7 de Manuel Iradier. Su altura, de seis plantas, se alinea con los edificios de oficinas situados a ambos lados. Tendrá capacidad para una treintena de suites de entre 40 y 60 metros cuadrados con dormitorio y salón.
El otro módulo se ubica en la parte trasera y ahí los propietarios plantean habilitar oficinas o un servicio complementario para el hotel, incluido un parking. Se mantiene el restaurante acristalado, para lo que tiene el respaldo del grupo Bocca.
Mantendrá su imagen
Es decir, el caserón en el que vivió Félix Alfaro y que está en la lista roja de Hispania Nostra conservará su tamaño y estética, cuestión que ha sido peliaguda por el grado de protección que pesaba sobre este bloque. Así mantendrá las fachadas y la imagen de la cubierta, eso sí, renovada. A cambio de esa profunda rehabilitación, los propietarios confían en aprovechar todo el potencial que les concede ahora el nuevo el Plan General con los nuevos módulos.
Queda pendiente resolver la conexión entre los tres edificios que conviviránen la parcela de Manuel Iradier, ya que la casona deberá destacar sobre todo el conjunto por su valor patrimonial.
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