Valdegovía ordena parar la obra de una valiosa torre para evitar que sea «un castillo Disney»

«Nunca fue defensiva. Tan solo una vivienda con forma de torre que Ochoa de Luyando se construyó para aparentar», explica un estudioso de la historia de la zona. ¿Cuál es ahora el problema? «Que el propietario actual quiere convertir una casa-torre en un castillo Disney». Para ello está añadiendo elementos que el inmueble, catalogado como bien cultural, jamás tuvo. Su dueño es un portugués que trabaja como administrador en la Comisión Europea, en Bruselas. Según los vecinos no tiene ninguna relación con el valle de Valdegovía, pero al parecer sí capacidad económica para hacerse con este inmueble y modificarlo a su gusto.

«Le ha añadido un piso más y un patín de dos pisos de altura, que es un elemento arquitectónico que permite acceder, de forma directa desde el exterior, a las plantas altas de las viviendas», denuncia Rafael Varón, presidente del Instituto Alavés de Arqueología. Pero no solo eso. «Está poniendo almenas que probablemente la casa nunca tuvo», agrega este experto, que conoce de primera mano las características de esta construcción. En definitiva, que lo que está haciendo el propietario es recrear una realidad histórica que no se corresponde con la torre. «Es algo absurdo», clama Varón. Lo que no se sabe es si lo hace por puro desconocimiento por una cuestión estética, para dotarla de más espectacularidad.

El Ayuntamiento de Valdegovía le concedió en 2010 una licencia de obra para la que después él solicitó una prórroga. Le fue rechazada por los indicios que existen de que las modificaciones que está realizando distan mucho de lo que informó en un principio. Pero eso es algo que los inspectores no pueden confirmar con total seguridad ya que no han podido acceder a la propiedad. Quizás haya todavía más incumplimientos de los que se perciben desde el exterior. El 16 de julio de 2020, previo aviso, un arquitecto municipal acompañado de un abogado y una secretaria del Ayuntamiento, un técnica del servicio de patrimonio de la Diputación y dos ertzainas se acercaron hasta allí para realizar la inspección de la obra. Nadie les abrió y tres cuartos de hora más tarde abandonaron el lugar.

Tanto los arquólogos como los vecinos denuncian que pese a la orden de paralización, los trabajos han seguido durante los últimos meses. «Es el Ayuntamiento el que concede el permiso de obra y el que judicializa el proceso. Por nuestra parte, respetamos el proceso judicial. Pero no nos convence el camino que está tomando el propietario», deslizan fuentes del departamento de Cultura de la Diputación. «No se puede convertir una torre entera en algo nuevo que rompe totalmente con la historia», añaden las mismas voces.

En un escrito remitido a Alcaldía tras ver denegada la prórroga de la licencia de obra, el propietario trató de justificar su actuación llegando incluso a decir que estaba «persiguiendo un interés público».

«Se está tratando de recuperar en todo el aspecto, también el interior, de esta casa torre con el objetivo de conservar y de realzar el patrimonio arquitectónico del municipio. Eso debería merecer cierta consideración y entendimiento por parte del Ayuntamiento de Valdegovía. Pero solo hay trabas e impedimentos», reza el escrito.

En un principio, el objetivo final del dueño sería trasladarse a vivir allí o por lo menos acondicionar el espacio como vivienda. Para ello contrató ya en 2009 un estudio sobre la reforma interior a un arquitecto vizcaíno. La memoria habla de instalaciones eléctricas, de fontanería, radiadores, salidas de humos o baños.

El revuelo causado por la ocurrencia de este portugués ha sido tal en la zona que incluso circula por ahí un cuento titulado 'Un fantasma recorre Espejo' en el que con tono de humor se denuncia su actuación e impunidad. «Se está pasando por el forro de la sábana la normativa sobre patrimonio construido existente en Valdegovía».