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El Xanadú alavés

ANÁLISIS ·

Lejos de experimentos pretenciosos, debemos mantener el legado de siglos de Historia

Lunes, 11 de octubre 2021, 01:49

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En 2010 arribé por vez primera a los Estados Unidos, invitada por mi director de tesis, el profesor Santiago de Pablo, que era entonces 'visiting ... scholar' en el Centro de Estudios Vascos de la Universidad de Nevada en Reno. Aprovechando la coyuntura, visité en California el castillo de William Randolph Hearst, el político y magnate estadounidense, creador de la denominada prensa amarilla. El complejo en el que se encuentra la mansión de Hearst -construido por la arquitecta Julia Morgan entre 1919 y 1947- es una mezcla ampulosa y 'kitsch' de elementos de muy diferentes estilos artísticos europeos. Hearst, enamorado de Europa y de su historia desde la infancia, mandó traer piezas originales desde el Viejo Continente. Así, se hizo con un artesonado mudéjar que en su momento había adornado un convento de Cuenca de Campos (Valladolid), o con unos fragmentos de un templo romano con los que decoró su inmensa piscina. Su vida fue llevada al cine en 1941 por el magnífico actor y director Orson Welles en la película 'Ciudadano Kane', considerada una de las mejores de la Historia. En el filme de Welles, la mansión del opulento Charles Foster Kane llevaba el nombre de Xanadú.

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