«Me pondré todas las vacunas que sean necesarias para estar protegida»

En la cara de José Antonio Nieves, ni un gesto de sufrimiento. Se muestra más bien relajado. «¿Reacciones? A la de la gripe nunca y a la otra sí que la tercera dosis me dio algo de fiebre, pero bueno no fue nada», contaba antes de ceder la silla a su madre. «¡Ay!, si llego a saber que iba a salir en el periódico y en la tele me hubiera arreglado más», bromeaba mientras se subía diligente la manga y anunciaba que ella estaba allí para ponerse «las dos» inmunizaciones. «Tengo leucemia. Hasta ahora me he puesto todas y me pondré las que sean necesarias para protegerse», proclamaba convencida.

El enfermero le explicó cómo iba a ser el procedimiento –«sotará un pinchazo, quizás algo de quemazón...»– pero a ella no pareció afectarle. «Estoy acostumbrada a pinchazos la verdad», resumía la mujer antes de recordarle al enfermero que el virus pandémico la atacó el pasado mes de mayo por si «no pudiera ponerme ahora la vacuna». No hubo inconveniente. Para la población de riesgo el plazo que debe transcurrir desde que se pasa la enfermedad es de tres meses (para el resto son cinco).

Madre e hijo fueron dos de los 14.600 vascos que se vacunarán en Euskadi en los centros de Salud de Osakidetza contra ambos virus. Por el momento hay ya asignadas 63.200 citas, pero en los próximos días serán bastantes más. «En este centro han cogido cita para hoy casi 70 personas», confirmó el doctor Julen Alberdi. Los primeros en recibir ambas inmunizaciones serán los colectivos con riesgo de sufrir complicaciones.

«En el caso de la gripe la campaña está dirigida a personas mayores de 65 años, embarazadas, enfermos crónicos y profesionales de la salud y del ámbito sociosanitario. Se han adquirido un total de 651.500 dosis de vacunas tetravalentes (protegen frente a cuatro cepas) que podrían incrementarse si la demanda fuese mayor», detallaron desde Osakidetza. Con el covid la campaña está destinada a mayores de 60 años, aunque en estas semanas se va a priorizar a los de más edad «por su mayor vulnerabilidad». La vacuna que se administra es una nueva versión de los sueros de ARN mensajero adaptado a las variantes de ómicron. Queda pendiente confirmar si el Ministerio de Sanidad extenderá la segunda dosis de refuerzo a toda la población adulta, como ocurrió en su momento con el primer pinchazo de recuerdo. A al espera de esa decisión, ya ha adquirido 44 millones de dosis de este tipo.

La mayoría de los que estos días se inmunizan, lo hacen con bastante tranquilidad, aunque alguno hay que mira de reojo. Es el caso de Julio Pérez, que a sus 74 años, admitía tener «un poco de miedo porque tengo varias cosas y no sé si será bueno poner las dos a la vez, pero como me dicen que no, aquí estoy». «La primera banderilla» –como él la llamó– llegó a su cuerpo sin mayor problemas y para cuando tocó la segunda el temor se había disipado y llegaba el turno de las bromas. «Cómo se me hinche el brazo y no pueda comer a ver qué hacemos».