«Antes hacer turismo en Vitoria era de extraterrestres; hoy ha habido cambiazo»
Uno de cada cinco visitantes del templo gótico es ya extranjero, sobretodo italianos y franceses
Jon Lasa está al frente de la Fundación Catedral Santa María desde 2013, aunque lleva vinculado a este proyecto cultural de restauración desde 2000. Como ... dice él, pasó de lo jurídico y económico a cultivar su pasión por la historia y arte. Y esa mezcla en su periplo vital «encaja de maravilla», señala antes de hablar del gran porvenir que, a su juicio, aún le aguarda a un templo gótico que tiene enamorados a italianos y franceses.
– ¿Cómo ha estado de turistas la catedral este verano?
– Muy bien. Hemos tenido de junio a agosto 31.600 visitas. Son 1.500 más que en 2023 y 600 más que en 2024.
– Tienen feed back con los visitantes. ¿Qué es lo que más les gusta?
– Sí, solemos hacer encuestas y nos dicen qué hacemos bien y qué mal. Les gusta sobre todo la visita estándar de la catedral, desde la cripta hasta la torre. Es muy diferente y completa, tiene arquitectura, historia, arqueología, arte... Gusta mucho.
– ¿Y lo que menos?
– Bueno, no suele haber muchas críticas negativas.
– Pero les hablan de otras cosas. El entorno, el barrio...La catedral no se entiende sin el Casco Medieval.
– Mire pues el Casco Viejo gusta mucho y se pone en valor. Ya viene desde cuando Víctor Hugo decía que era una de las principales ciudades góticas...
– Parece mentira que aún haya quién se sorprenda con un templo.
– Y hay quien repite. Sí que hemos notado sobre todo que la gente que viene es por el boca a boca, por recomendación.
– Con estos días de calor será un refugio climático de lujo.
– Puede parecer una paradoja pero los días de calor muy intenso la gente suele ir para la playa, piscinas...Esos días notamos una ligera bajada.
– Aún queda campaña de verano. ¿Hay reservas?
–Sí, queda septiembre que para nosotros es importante. Mucha gente suele venir sin reserva, aquí suele haber ahora un goteo constante. Además hemos notado este año que el turismo extranjero va ganando presencia. Ya estamos en un 20% y hace años apenas ha superado un 6-7%.
«Los vitorianos cuando la enseñan, muestran su catedral, porque hay apego»
– ¿De dónde vienen?
– Muy fuertes son Italia y Francia y después Holanda, Alemania, EE UU...
– ¿Y los vitorianos la visitamos?
–Sobre todo cuando viene familia o amigos de fuera solemos presentar la catedral porque es donde están los orígenes de la ciudad. Suelo decir que es una seña de identidad como el Alavés o el Baskonia, algo referencial. La gente cuando la enseña, enseña su catedral, porque hay un apego y una vinculación emocional tremendos. Niños que hoy son jóvenes que han venido aquí con sus padres, gente que se casó aquí, que la bautizaron...
– Cuando viene un andaluz y confronta esta sobriedad con los oros de sus templos...
– Son a los que les resulta más fuete el contraste. Les soprende pero luego les encanta visitar desde la cripta a la torre, porque eso no lo tienen por ahí. El triforio, el paso de ronda...
– A ver, con el TAV si es que algún día llega a Vitoria y los vuelos desde Foronda a Madrid y Barcelona ¿ganará la ciudad?
– Muchísimo. No sólo es importante tener un monumento de referencia sino que la gente tenga facilidad para llegar. Nosotros por ejemplo, el tema de Ryanair con Italia lo notamos muchísimo. Los primeros turistas extranjeros este verano han sido italianos. Y donde hay otras conexiones, como Málaga y Sevilla, también.
– ¡Y por fin se quedan a domir dos noches!
– Mire me acuerdo cuando yo era pequeño, en los 70 y 80, y hacer turismo en Vitoria era de extraterrestres; aquí era todo industrial. Ibas a Donostia, Benidorm o Andalucía y y ahora el cambiazo que ha pegado Vitoria es tremendo. Es un destino atractivo, nos conocen y ya le digo el turismo extranjero va subiendo año a año. Yo veo que se quedan a dormir y que consumen.
– Este año se ha inaugurado el mirador interior de la bóveda, las luces de nueva generación, la maqueta tifológica...¿Preparan más sorpresas?
– Esperamos acabar el año con los cerramientos de los vanos del pórtico –una especie de contraventanas de madera en cuatro niveles–, también trabajaremos en una pasarela de madera en la cubierta de la girola y queremos hacer una escalera que mejore la evacuación de la torre desde la sala mirador encima del pórtico y bajando hacia la nave...
– ¿Y esto lo pueden ver los visitantes?
– Bueno son trabajos que vamos a hacer así que sigue el 'Abierto por obras'.
«No veo riesgo de que el Casco Viejo se convierta en un parque temático«
–¿Y el albergue cómo ha ido?
– Muy estable. Ha habido como 3.600 pernoctaciones de junio a agosto. Hay días que se concentra muchísimo, por ejemplo los primeros de agosto estuvo a tope con las charangas, y hay otros en los que baja. Hay una media de 40 alojados diarios.
– Al albergue le costó arrancar un poco. ¿Ya es suficientemente conocido?
– La verdad es que le ha venido muy bien al barrio. Este último tramo final de la Cuchillería estaba un poco degradado y la catedral y el albergue fueron un revulsivo. Ponernos aquí pioneros en la revitalización de este tramo final, dando mucha vida a la hostelería, al comercio...Keynes decía eso de 'cebar la bomba' y fuimos los primeros, pero ahora está Logune, ahora APTC Etxea, también el Limehome... Nos han seguido y ahora toda esta zona tiene mucha vida.
– Habla de zonas deprimidas y sigue habiéndolas. Se redacta un nuevo plan de rehabilitación PERI. ¿Qué aportaciones ha hecho la catedral?
– Como filosofía creo mucho en los estudios profundos y los consensos. Soy mucho de que se llegue a acuerdos, que se concilien intereses y que sean equilibrados y razonables. En el Casco Viejo se debe hacer una convivencia entre vecinos y turismo. Llegar a un punto de equilibrio y que todo el mundo gane.
– La accesibilidad no es la mejor.
– Nosotros hemos sido muy pioneros. Se puede visitar la catedral desde abajo. Y en el Casco Viejo se han hecho muchos esfuerzos con las escaleras mecánicas y demás. Desde los tiempos de la agencia urbana Arich hay un interés enorme por revitalizar el barrio. Es un proceso lento pero se ha hecho mucho.
– Asociaciones y colectivos del barrio tienen miedo a que se priorice al turista frente al residente.
– Ahora la convivencia es sana; no estamos en un nivel de masificación ni de gentrificación. He sido turista y cosas que he visto en Brujas o en Venecia no me han gustado. Al final son parques temáticos, se muere la ciudad y se expulsa a los vecinos. Hay que mimar al vecino sin que eso ponga freno a un turismo razonable, porque también aporta riqueza. Aquí, por ejemplo (en la catedral) trabajan muchas personas y cuando pasas por Cuchillería están los bares llenos de gente comiendo.
– ¿Ve riesgo de que el Casco se convierta en parque temático?
– No. Estamos viendo los problemas que tienen en otros sitios y aquí estamos tratando de evitarlo.
«Lo del rodaje de 'Sacamantecas' fue un desencuentro puntual»
– El lema 'Abierto por obras' retoma fuerza con el 25 aniversario de la creación de la Fundación . ¿Vaya exitazo lo de los conciertos de julio no?
– Sí, sí. El de Carlos Mena, Daniel Oyarzabal y la coral KUP fue maravilloso.Y los que luego se hicieron en la plaza... ¡Ha estado llena!
– Sabe a poco. ¿Habrá más?
– Lo tenemos que estudiar para años próximos, porque ha sido un éxito muy grande.
– ¿Y para este otoño-invierno qué queda?
– Bueno en otoño queremos presentar unos vídeos divulgativos con los principales hitos en coincidencia con el 25 aniversario de la Fundación.
– Imagino que cada vez que usted viaja visita catedrales, ¿la última?
– La de Baiona (Francia).
– ¿Algo que aprender?
– Me he fijado en el órgano, que quieren restaurarlo; en el sistema de calefacción que allí tienen como convectores lumínocos, o el tema de las visitas que no las permiten cuando hay culto...
– ¿Aquí sí?
– No, se es muy respetuoso. La catedral es un referente a nivel patrimonial, cultural y turístico pero sin merma ni menoscabo de su carácter religioso.
– ¿Cómo vivió usted el rifirrafe entre el Obispado y las instituciones a cuenta del rodaje de 'Sacamantecas'?
– Entiendo que fue un desencuentro puntual, porque el trabajo en las reuniones del patronato es muy colaborativo, siempre se intentan conciliar intereses y se va en positivo.
– ¿Más peticiones de rodaje?
– Ahora no. La última que se rodó fue en julio y el actor salía del pórtico por la plaza de Santa María.
– Es el año en el que se persigue que la catedral sea 'faro cultural' de Vitoria. ¿Qué nos queda por ver?
– La actividad cultural es muy potente. Hemos tenido conciertos corales con la federación de coros, hay música clásica, ahora viene la semanas de música antigua, colaboramos con Aitzina Folk, con la banda municipal de música y la Cofradía de la Virgen Blanca y cosas que van añadiéndose. El sábado pasado estuve aquí con mi familia viendo un película en la plaza.
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