La tormenta histórica en Rioja Alavesa pone en jaque a la peor cosecha en años
Las alarmas se disparan en la comarca por el temor a que la humedad y el calor incrementen la presencia del mildiu y machaque los viñedos
Después de las tormentas, cuando llega la calma, es el momento de cuantificar daños. El viernes la descarga fue histórica, como no se recordaba en ... Álava. Y ayer fue un día de achicar agua, limpiar barro y comenzar a echar cuentas del coste de las pérdidas. Pero en un cuadrante de Rioja Alavesa, el que engloba Villabuena, Samaniego, Leza, Navaridas y Laguardia, se veía claro que su motor económico, el viñedo, va a sufrir las consecuencias mucho más allá de los destrozos directos. La preocupación ya era máxima antes del diluvio por la presencia del mildiu en casi todas las plantaciones y la amenaza de un recorte de la producción. Las perspectivas han empeorado aún más, pues la humedad y el calor son el caldo de cultivo perfecto para este hongo que debilita las plantas y reduce la producción de uva. Todo esto hace prever que será la peor cosecha en años.
«Era la zona menos afectada y ahora lo va a sufrir también porque la tormenta ha causado unas heridas y por ahí va a entrar el mildiu», detallaba un bodeguero al diputado general de Álava al pie de uno de los viñedos más golpeados. Ramiro González encabezó la visita institucional al epicentro de la zona agraria más afectada. En el primero cayeron más de 70 litros, que corrieron tierras abajo hacia la población vecina, hasta desbordar el arroyo Herrera.
«Nos preocupa mucho la afección a los cultivos. En esta zona de Rioja Alavesa, los técnicos dicen que es notable. Y, además, en un año particularmente complicado por el mildiu, que está afectando a la viña y su tratamiento está incrementando el coste de la producción. Es una situación difícil, pero vamos a trabajar para intentar minimizar los daños», señaló el mandatario foral.
Noticias relacionadas
Con las botas llenas de barro, Juanjo García Berrueco, portavoz de UAGA en la zona, se lamentaba de que este episodio va a potenciar aún más el hongo. Esto va a acarrear «unos gastos terribles» para su tratamiento. Pero no solo eso, ya que también desveló afecciones a las viñas por la fuerza de la tormenta: «El viento ha causado muchas roturas; y el pedrisco no fue salvaje, pero la mitad de las parcelas pueden haberlo sufrido».
1 /
En torno al cauce del riachuelo que atraviesa Villabuena, se concentraban casi todos sus vecinos y también varias dotaciones de bomberos, que desde las ocho de la mañana se habían organizado para limpiar, tanto las calles como las bodegas afectadas.
Los estragos se hacían evidentes solo con echar un vistazo a sus rostros de cansancio y sus ropas embarradas. El propio alcalde, Iñaki Pérez, era un claro ejemplo. Casi con lágrimas en los ojos evocaba una noche de enorme tensión: «El pueblo es un barranco y nos bajó todo de golpe. Hay que dar gracias que solo han sido daños materiales, que dentro de lo malo... Cayeron 50 litros de golpe más lo que vino de Samaniego y eso no hay quien lo controle».
El agua que barrió también se metió de lleno en algunos de los negocios de referencia del pueblo. Es el caso de Viñedos y Bodegas de La Marquesa, que produce el vino Valserrano, en cuyo calado alcanzó más de un metro de altura y cubrió por completo algunas barricas, aunque no afectará a los caldos almacenados.
«Alguna vez se había inundado, pero nunca así. Estaba en Vitoria y empecé a recibir vídeos de la plaza inundándose... pensaba que iba a ser como otras veces y que ya vendría tranquila el sábado a limpiar. Ilusa de mí. De repente saltó la cámara de seguridad y se veían depósitos flotando», relataba María de Simón Baranda, de la propiedad de la bodega, tras una noche en vela.
El compromiso de los vecinos
Juan Berrueco Herrera fue uno de esos vecinos de Villabuena que, después de presenciar en vivo cómo se desbordaba el río, cogieron la pala para limpiar el desastre. El pluviómetro de su casa rebasaba su capacidad máxima de 40 litros. «Vino como una ola que se llevó todo por delante, hasta los bancos que estaban atornillados». Como él, otros vecinos se afanaban en quitar el lodo. Lo mismo que en Samaniego hace José María Beltrán de Heredia, quien rastrillo en mano eliminaba las hierbas que cegaban un desagüe.
Los campos de cultivo de Añana, la Llanada o Iruña de Oca también sufrirán las consecuencias de una tormenta histórica. «Vamos a evaluar la importancia de todos los daños y ver cuánto cubren los seguros», constató el diputado general, quien también se refirió a incidencias en infraestructuras, agua dentro de casas y garajes y balsas en carreteras como la A-1, la N-1 o la A-2625, más de 20 intervenciones del servicio foral de bomberos, que en el caso de los de Vitoria alcanzaron las 30. Curiosamente, los más de 80 litros que de Legutio, donde se sufrió lo peor de la dana, no acarrearon daños graves.
La que sí que se vio afectada fue la operativa de Foronda. Los casi 60 litros que precipitaron sobre Vitoria provocaron que varios aviones, tanto de pasajeros como de mercancías, fueran desviados. Uno de ellos fue un vuelo procedente de Alicante que tenía previsto aterrizar en el aeropuerto alavés el viernes pero se vio obligado a dar la vuelta.
Hoy, nueva alerta amarilla en Álava
La alerta amarilla por tormentas se activó durante la tarde de ayer de nuevo, pero apenas llovió sobre la provincia más allá de los chubascos en la Llanada que se registraron por la mañana. Hoy, de nuevo, Aemet ha pintado Álava de amarillo por riesgo de tormentas de hasta 15 litros por metro cuadrado en una hora y con el riesgo de que lleguen acompañadas de granizo.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión