'El torero' reluce en la calle Dato
La obra abandonó a en diciembre su ubicación para que su autor, Casto Solano, la sometiera a un proceso de restauración. También se le ha construido un nuevo banco de acero inoxidable
La calle Dato ha recuperado en la mañana de este viernes a uno de sus vecinos más célebres. 'El torero' y el banco donde se sienta están de vuelta. La calle estaba huérfana desde hace casi tres meses. Fue a principios de diciembre cuando la escultura, cuyo nombre oficial es 'Reflexión del minotauro', abandonó la céntrica arteria para someterse a un necesario proceso de restauración. Ha sido el propio artista que forjó la figura hace casi treinta años, Casto Solano, el que le ha dado una nueva vida. Él mismo ha ayudado esta mañana a colocar de nuevo la figura, un proceso rápido que ha empezado antes de las diez de la mañana y ha finalizado en menos de una hora.
'El torero' ha llegado más brillante que nunca, protegido por plásticos que en unos minutos le han sido retirados. Los viandantes que en esos momentos pasaban por Dato han asistido con sorpresa a la instalación, y muchos no han perdido la oportunidad de fotografiarlo con sus teléfonos móviles.
Habían pasado ocho desde su última puesta a punto. El deterioro no era acusado, pero sí que necesitaba recuperar todo su esplendor. La pieza, fabricada en bronce, ha sido limpiada con ácido y fuego. También se le ha aplicado una protección de cera para retrasar su desgaste, una mejora que se nota ya a simple vista. «La bondad del bronce es que prácticamente no requiere mantenimiento», explicaba a EL CORREO el propio artista a finales de febrero, cuando ya avanzó que el regreso de la figura a la calle Dato era inminente.
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La escultura, eso sí, tendrá que acostumbrarse a un asiento diferente. Aunque de un diseño casi idéntico, el banco sobre el que reposará es nuevo. Está fabricado en acero inoxidable por la empresa Cubical Denira, ubicada en el polígono de Gojain. Ahí ha trabajado en los últimos meses el artista, lejos de su taller de la calle San Antonio. El importe de las actuaciones encargadas por el Ayuntamiento asciende a 5.965,30 euros.
Es la segunda restauración a la que el matador se somete en este siglo. También abandonó su privilegiado emplazamiento en el año 2001. Aunque lo hizo, eso sí, por obligación, cuando el Ayuntamiento reformó el pavimento de la calle Dato. Se aprovechó su ausencia para limpiar y pulir el bronce y sustituir el banco de hierro y la chapa en el que está sentada la figura. Como en este ocasión, fue el propio artista el encargado de los trabajos. Entonces pasó cuatro meses fuera de la vía pública. Esta vez han sido algo más de tres, desde el pasado 2 de diciembre.
La obra llegó a Vitoria en 1994 tras haber sido expuesta en el pabellón de España de la Exposición Universal celebrada en Sevilla en 1992. Aunque lo hizo con una descripción e interpretación diferente a la que luego le ha dado la ciudadanía. «Me veía representado en un banco sentado en un momento en el que todavía tienes una edad en la vida en la que tienes muchas energías pero dudas de hacia dónde vas. No hay hombreras de un torero, sino puntas de cristal. Es casi todo lo contrario. Es un guerrero», explica Solano. Guerrero o torero, ya ha vuelto a casa.