El Supremo envía 13 años a prisión a un vecino de Vitoria por violar sistemáticamente a su hijastra con discapacidad
El alto tribunal cierra cuatro años de lucha judicial de la familia de esta vitoriana. Le atacaba cuando se quedaban a solas y le advertía que «callara o me haría daño»
Su ingreso en Zaballa es cuestión de días. El Tribunal Supremo ha desestimado el último recurso presentado por un vecino de Vitoria para regatear ... su encarcelamiento o, en su defecto, ver rebajada su condena de 13 años por violar sistemáticamente a su hijastra, quien presenta una discapacidad mental del 65%. Un auto del magistrado Leopoldo Puente, el mismo que investiga a José Luis Ábalos y Santos Cerdán, ha desestimado todos los argumentos presentados por la defensa de este ya condenado en firme, de 67 años de edad.
Confirma el Supremo la sentencia impuesta hace ahora once meses por la Audiencia Provincial de Álava a este hombre. Aprovechó el confinamiento y que la madre salía a trabajar para abusar «un número indeterminado» de veces de esta joven, con «una edad mental de 8-9 años».
Para amedrentarla, este padrastro usaba expresiones como «mongola» y «hazlo o te doy». Ya es responsable oficial de un «delito continuado de agresión sexual» (trece años de cárcel) y también de otro cargo de «injuria o vejación injusta de carácter leve» (multa de 270 euros). No podrá acercarse o comunicarse con su víctima hasta 2039. Y deberá indemnizarle con 15.000 euros. A raíz de este calvario sufrido en la intimidad, esta chica necesitó tratamiento psicológico por «malestar emocional postraumático».
Su verdugo le dedicó insultos como «mongola»
Desde la condena original, que data del 26 de agosto del año pasado, su defensa había recurrido al Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), primero, y al Supremo, como última medida. A diferencia de otros casos, sorprende la rapidez con que se han postulado ambas salas para cortar su vía de recursos.
La madre y representante legal de la víctima denunció ante la Ertzaintza en octubre de 2021, después de que su hija, atormentada, contara su 'secreto' a sus educadoras. Es decir, esta lucha judicial ha durado menos de cuatro años. Un tiempo récord para un delito sexual.
Él lo niega todo
Debido a sus dificultades para comunicarse, la víctima no declaró en el juicio desarrollado hace justo un año. Sí se emitió la grabación de su declaración durante la fase de instrucción (investigación). En el vídeo hablaba con la cabeza gacha. De manera parca pero firme. Su verdugo observó el vídeo sentado en el banquillo de los acusados, negando levemente con la cabeza de vez en cuando. Jamás ha admitido ataque alguno. Lo único, que le tomó fotos desnuda «pero porque me lo pidió ella».
Los trece años de castigo penitenciario casan con la petición inicial de la fiscal Isabel Gaztelu. La representante del Ministerio Público aclaró en el juicio que no pudo pedir más pena mediatizada por la ley del «sólo sí es sí», la más favorable para este tipo de situaciones.
Los ataques ocurrieron generalmente por la mañana, cuando la madre estaba fuera. «Siempre me decía que no dijera nada, que si no me iba a pegar», explicó esta víctima sexual, a la que los magistrados y los médicos siempre otorgaron credibilidad.
También dijo que tenía «miedo» al novio de su madre. Y aunque dio muchos detalles sobre la gravedad de los incidentes padecidos en casa, no supo cuantificar los ataques ni los días, circunstancia a la que se siempre se agarró la defensa para pedir la absolución y estirar sus recursos hasta el Supremo.
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