Los pueblos alaveses no gestionan sus colonias felinas

Otros pueblos como Valdegovia, Oion, Lanciego, Villabuena. Armiñón o Campezo se han interesado por el convenio, pero todavía no han confirmado si firmarán. «Para muchos pueblos de Álava, resulta difícil abordar este compromiso por la falta de recursos», explicó Andrés Illana de Gaden. Además, «no se ha previsto que el Gobierno vasco ni las diputaciones ayuden a los pueblos después de la tarea encomendada. Solo hay ayudas del Ministerio de Derechos Sociales», añadió.

La ley obliga a los ayuntamientos a aplicar del método CER, de captura, esterilización, marcaje y suelta de los felinos. Esta es una tarea de la que se suelen encargar personas voluntarias. Solo ellas están autorizadas a alimentar y controlar a estos animales de manera que conserven sus condiciones sanitarias. Quienes lo hacen sin permiso, se arriesgan a una multa.

En Rioja Alavesa, el presidente de la Cuadrilla, Txema Elvira, explicó que «trabajamos para crear un programa de gestión que sirva de modelo a todos los Ayuntamientos y que luego cada uno, pueda gestionar las colonias como prefiera y así ahorrar costes». Illana se mostró en contra de la gestión a través de empresas «porque no conocen a los animales y pueden intercambiarlos entre colonias cuando los devuelven después de la esterilización, por ejemplo». Abogó por la gestión a través de asociaciones y personal voluntario.

Por otro lado, más de sesenta asociaciones animalistas han rechazado la ordenanza municipal para el bienestar y tenencia de animales de Eudel, la Asociación de Municipios Vascos. Las asociaciones se oponen «a que el control de la población de gatos comunitarios se realice solo en una selección de colonias reconocidas por el Ayuntamiento, ya que deja a la mayoría sin esterilizar y en el más absoluto abandono» y piden que «se realice el control de todos los gatos».