La oposición urge más medidas en vivienda, fiscalidad y seguridad en Álava

A los partidos les tocaba responder al balance y los anuncios expuestos un día antes por el diputado general, Ramiro González. En el caso de la vivienda, «hace falta claridad», criticó desde EH Bildu Xabier Valdor, que sustituyó a la portavoz Eva López de Arroyabe, ausente por un asunto personal. Aunque el representante citó la inyección de «10,5 millones» pactada entre su formación y el Ejecutivo en los presupuestos forales para impulsar el alquiler en los pueblos, le recriminó su tardanza en actuar. «Lleva años negando el problema y, cuando se ha sumado al carro, ha empezado a tomar decisiones sin un criterio claro».

Desde Elkarrekin Podemos advirtieron de «una nueva burbuja» en este sector y acusaron al Gobierno de González de «no actuar cuando debían». «Pretenden resolverlo ahora con medidas tibias y medias tintas», censuró su portavoz, David Rodríguez. En servicios sociales y la atención a la tercera edad, tanto la coalición abertzale como el grupo morado coincidieron en reprochar el «aumento» de la privatización así como el «preocupante» conflicto y la «precarización» en las residencias privadas. Valdor, de su lado, desdeñó la propuesta lanzada por el diputado general a la DOCa Rioja para que la Diputación forme parte de su consejo. Advirtió que «volverá a chocar» y demandó «mayor ambición».

La presión impositiva que soportan los contribuyentes alaveses acaparó parte del debate. El PP calificó de «interesante» la iniciativa de impulsar incentivos tributarios a las biociencias anunciada por González en la jornada precedente. Si bien «son recetas del PP», le recriminó el portavoz popular Iñaki Oyarzabal, que reclamó que se aplique la misma medida a «trabajadores y familias». «El récord de recaudación crece casi un 10%, mientras que los alaveses vamos a pagar casi 300 millones de euros más en impuestos», reprochó al jefe del Ejecutivo. Por ello tendió su mano a abordar una nueva negociación sobre medidas tributarias, pero advirtió de que, si quiere el apoyo de los populares, «tiene que abrirse a una rebaja de la presión fiscal», ya que «para subir los impuestos ya tiene a Bildu y Podemos».

Con un posicionamiento totalmente opuesto, el representante de EH Bildu cargó contra la «revisión, que no reforma fiscal», efectuada por el Gobierno foral, que «lo único que busca es menos recaudación».

En materia de seguridad, el PP alertó de un «problemón» ante el incremento de delitos. Vitoria tiene «el mayor incremento de la criminalidad de España», con «más de una violación a la semana», alertó el portavoz de Vox, Jonathan Romero. Las formaciones de derecha volvieron a sacar a colación el futuro centro de refugiados en Arana. Los populares emplazaron al máximo dirigente foral a «defender que ese edificio se dedique a atención a tercera edad», mientras Romero lo tildó de «bomba de relojería».

El mandatario jeltzale, en su réplica, hizo un nuevo llamamiento a los partidos para buscar «amplios consensos», aunque recriminó a la oposición que «no están preparados para gobernar» en Álava. «Son muy críticos con el Gobierno, pero no hay alternativa, no les veo poniéndose de acuerdo». El Ejecutivo foral de PNV y PSE «tiene futuro y cuerda para rato, más allá de esta legislatura».