González plantea nuevos incentivos fiscales que lleven a Álava al bienestar «más avanzado»
El diputado general obvia los últimos rifirrafes con sus socios y defiende la «estabilidad sin precedentes» del Gobierno PNV-PSE
Con una compleja coyuntura marcada por la inestabilidad económica internacional y el asfixiante clima de polarización política, Álava tiene que seguir trabajando en diversificar su ... economía y buscar consensos sociales y políticos para posicionar al territorio en las cotas de bienestar de los países «más avanzados» de Europa. El diputado general, el jeltzale Ramiro González, centró este lunes en estos ejes buena parte de su discurso, en el Debate de Política General, donde anunció nuevos incentivos fiscales para atraer empresas del sector de las biociencias.
La Diputación va a iniciar el proceso de «definición» de estas medidas que seguirían la línea de las establecidas para el cine y el audiovisual, que ha llevado a esta actividad a «cifras espectaculares». El Ejecutivo de González, que gobierna en minoría, requerirá, además del plácet de la Unión Europea, una mayoría política en las Juntas Generales. Esta nueva iniciativa tributaria persigue dar «un fuerte impulso» a este sector que experimenta un destacado crecimiento en el territorio alavés. La medida «puede suponer un salto importante para una actividad que puede generar mucha riqueza y empleo para Álava», remarcó el jefe del Ejecutivo foral.
González arrancó su discurso denunciando el «genocidio» en Gaza, «narrado en directo y consentido por la comunidad internacional». Demandó una reacción «firme» y «unida» a la comunidad internacional y especialmente a Europa. «Debe hacer todo lo necesario para parar esta barbarie». Mientras, recordó, sigue la guerra en Ucrania, y en el contexto global crecen regímenes populistas «muy peligrosos» para la paz y el bienestar. Aquí, alertó de un «preocupante aumento» de la extrema derecha y de que otras fuerzas políticas adoptan «posiciones y discursos extremistas», en velada alusión a los populares.
Cruzado el ecuador del mandato, el dirigente del PNV defendió los diez años de ejecutivos forales en coalición con el PSE liderados por él, una fórmula de gobierno que ha dado una «estabilidad sin precedentes» al territorio, enfatizó sin ápice de autocrítica. El mensaje busca limar asperezas con su principal socio en las instituciones vascas tras los últimos rifirrafes protagonizados por ambas formaciones. Uno de los últimos se produjo a cuenta de la limitación de los precios al alquiler en Vitoria.
La alcaldesa, la socialista Maider Etxebarria, reclamó a la institución foral que «agilice su trabajo», a lo que el Gabinete de Ramiro González replicó que ya facilitó los datos solicitados y pidió no generar «confusión». En agosto, el mandatario foral reprochó al Ayuntamiento su laxitud con las pancartas a favor de los presos etarras diciendo que «se toleran por evitar la confrontación». La regidora tildó sus palabras de «no muy afortunadas». El diputado general tampoco se refirió ayer al futuro centro de refugiados de Arana, un proyecto polémico en el que los socialistas se han quedado solos en su defensa y en el que ambas formaciones recuperaron su tono más beligerante hace solo una semana.
«Pacto por la competitividad»
Tras repetir, una vez más, los datos positivos que arroja la provincia en lo económico, entre ellos el «casi pleno empleo» y el incremento de las exportaciones (del 8,2%), González puso el foco en Aiaraldea, golpeada por la crisis en la industria. El Gobierno vasco y la Diputación, desveló, trabajan en «un proyecto serio de nueva actividad» para las instalaciones de la extinta Guardian. «Es un proceso largo y complejo, pero confío en que se produzcan buenas noticias en no demasiado tiempo», aseguró.
También se comprometió a hacer «todo lo posible» para garantizar la continuidad de Maderas de Llodio, en situación de ERE. Pero, ante todo, subrayó que para recuperar la fortaleza industrial de la comarca hace falta un «pacto social por la competitividad» que logre «frenar las reticencias que muchas empresas muestran a invertir o mantener sus inversiones» en la comarca.
Ligado al ámbito fiscal, la defensa del Concierto económico centró también el discurso del máximo dirigente foral, que advirtió de «tentaciones centralizadoras». Tampoco faltaron, un año más, alusiones al Tren de Alta Velocidad. «Es necesario que de una vez por todas llegue a Vitoria y de forma soterrada», reclamó González, que apremió al Gobierno central. «Debe acelerarse todo lo posible el cumplimiento de los compromisos suscritos para finalizar cuanto antes los trabajos de la llegada a Vitoria, y deben acelerarse los informes técnicos para la conexión con Pamplona», urgió. Sobre la intermodal de Júndiz, cuyas obras están ya finalizadas, el dirigente peneuvista anunció que la Diputación junto con otros socios se presentará a la licitación que próximamente convocará Adif para la gestión de esta plataforma.
González puso además en valor los pactos alcanzados con distintas fuerzas políticas el último año (aprobó los presupuestos con EH Bildu, las medidas fiscales con el PP y la reforma fiscal con Elkarrekin Podemos) y concluyó lanzando de nuevo una llamada al «diálogo» con la oposición. «Mientras la confrontación crece a nuestro alrededor, tenemos una oportunidad única de avanzar en colaboración».
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