Los nidos de avispas asiáticas acaparan en Vitoria la mayoría de las salidas de los bomberos
En 2018, tuvieron que salir de Aguirrelanda en 710 ocasiones, más que por incendios o rescates. La Diputación coloca trampas para frenarlas
La invasión de la avispa asiática continúa. Esta especie que llegó en 2003 a Burdeos en un barco que transportaba caquis poco a poco se ... extiende por Europa. Prefiere el clima Atlántico de la costa, pero en Álava se detectó hace siete años cuando se retiraron los primeros nidos. Los datos todavía son mucho menores que en la vecina Bizkaia (el año pasado quitaron 4.044 panales) pero ya suponen el principal cometido del Servicio municipal de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento, es decir, de los bomberos de Vitoria.
Las patrullas abandonaron en 2018 las instalaciones de la calle Aguirrelanda en 710 ocasiones. Esto supuso el principal cometido por encima de los incendios o explosiones (679 salidas) y los rescates o salvamento (508). Unos avisos que se concentran en el verano y en el otoño cuando con la caída de las hojas deja al descubierto los avisperos en los árboles.
Estos ejemplares de tórax y abdomen oscuro con un anillo y patas amarillas cuentan con un aguijón de hasta 3,5 centímetros cargado de veneno, pero a diferencia de las especies locales toleran mucho mejor la presencia de humanos. Entonces, ¿por qué son tan temidas? «Hay una fase en la que se alimentan de vegetales y otra en la que buscan proteínas. Si están en esta última etapa y encuentran un panal de abejas, se aprovechan y acaban con todas ellas. Aunque son capaces de echarse a la boca cualquier clase de insecto», explican técnicos forales.
Así que la Diputación está desarrollando una guerra contra esta especie invasora en la que –eso sí– está necesitando aliados. El Departamento foral de Medio Ambiente y Urbanismo, que dirige en funciones el peneuvista Josean Galera, ha sacado a concurso un contrato por 34.000 euros para que los bomberos y los técnicos forales cuenten con apoyo para la retirada de nidos desde agosto hasta noviembre. Pero ahora mismo ya se está desarrollando una experiencia piloto para intensificar la colocación de trampas en colaboración con las asociaciones de apicultores en Campezo y la cuadrilla de la Llanada. En Kuartango, Llodio y Amurrio son los propios vecinos quienes les están ayudando en esta labor.
Nidos de 2.000 avispones
El año pasado, la campaña de trampeo y captura de avispas reinas se saldó con cerca de 4.500 ejemplares atrapados. Pero más allá de su exterminio, los técnicos forales consideran esencial estudiar cuál es su comportamiento, ya que una sola hembra es capaz de engendrar un nido secundario con más de 2.000 avispones. Cuando concluya el verano llegará el momento de valorar en qué punto se encuentra la invasión de avispas asiáticas y en muchos casos depende de las condiciones meteorológicas que ha habido el invierno anterior. De hecho, según los datos de los bomberos de Vitoria, en 2016 se retiraron 635 nidos; en 2017 cayeron a 511 y en 2017 registraron un potente avance hasta alcanzar los 710.
La UPV investiga cómo atajar el declive de las abejas
«La desaparición de las abejas podría provocar un efecto dominó global». Lo dicen los investigadores de la Universidad del País Vasco (UPV) que estudian cómo frenar la caída de la población de estos insectos, en peligro por la contaminación, la proliferación de plagas y patógenos o depredadores como la avispa asiática. Andone Estoba, profesora del departamento de Genética, Antropología Física y Fisiología Animal, lidera dos proyectos a nivel europeo relacionados con la subsistencia de esta especie: 'Smartbee', para conservarlas mediante su utilización a través de un programa de mejora que potencie las características beneficiosas de las abejas; y 'Beehope', que busca conservarlas sin apenas intervención humana.
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