«La muerte del olivo se podía haber evitado»
El grupo ecologista Eguzki denuncia que el centenario ejemplar de Ariznabarra no ha sobrevivido debido a un «error» en la actuación municipal
El grupo ecologista Eguzki ha sido el último colectivo en alzar la voz para denunciar las circunstancias de la muerte del centenario olivo de Ariznabarra. « ... Es hora de hacer autocrítica y de admitir que se podía haber actuado de otra forma, evitando esta muerte del olivo», señala el colectivo a través de un comunicado en el que pide al Ayuntamiento una reflexión y cambios en el protocolo.
El icónico ejemplar fue retirado de su nueva ubicación (en un parterre entre las calles Rosalía de Castro y Portal de Castilla, a escasos metros de su lugar original) la semana pasada tras constatar que se encontraba ya sin vida y que era irrecuperable. Desde que en enero de 2020 fue trasladado debido a las obras del BEI, no consiguió remontar. «Además del valor natural, tenía un gran simbolismo. Desde el punto de vista municipal, no puede calificarse de lamentable suceso, puesto que supone una actuación relevante social y ambiental que debe ser estudiada, revisada y corregida para establecer un protocolo de actuación municipal acorde con la finalidad de mantener el arbolado», solicitan desde Eguzki. «Este olivo, al igual que sucedió en Portal de Zurbano con los álamos, no ha resultado con vida a consecuencia de un error en la actuación municipal», critican desde el colectivo ecologista.
Durante los últimos meses se había sometido al imponente ejemplar de más de ochocientos años de antigüedad y cuatro metros de altura a un tratamiento enraizante, pero sin un resultado satisfactorio. «Es hora de analizar los factores que hayan podido influir y garantizar una buena gestión de conservación del arbolado. No vale con decir que se plantan más de los árboles que mueren, pues no es comparable un árbol con cientos de años que uno recién plantado que muchas veces ni perdura», señalan desde Eguzki. Reclaman también un protocolo que evite futuras talas o transplantes «sin las condiciones necesarias».
Estas críticas se unen a las de los vecinos de la zona, donde el olivo de la rotonda se había convertido en todo un emblema. Llegó a Vitoria hace 16 años procedente de La Rioja, tras ser retirado para plantar viñedos.
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