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Un millar de trabajadores pone otra vez en marcha la maquinaria industrial de Mercedes
Tras mes y medio de parón, la principal fábrica vasca retoma la actividad con medidas de seguridad reforzadas y un único turno. La producción será de apenas cien vehículos diarios, cuando antes de la crisis rondaba los 700
Nunca había estado tanto tiempo parada la cadena de montaje en la planta de Mercedes Benz en la capital alavesa. Un mes y medio sin producción ha tirado por tierra todas las expectativas que tenía la principal industria vasca para este 2020 donde aspira a alcanzar un récord de vehículos con 159.000. Ya será imposible. La compañía sitúa su nuevo horizonte en 129.700, un 18% menos. Pero esa cifra también se puede modificar, a la baja, porque la factoría se enfrenta hoy a un terreno desconocido, a un proceso de fabricación que arranca al ralentí y con unas medidas de seguridad reforzadas para luchar contra ese «atacante invisible» como define al coronavirus el director, Emilio Titos.
Entre 1.000 y 1.200 trabajadores pondrá hoy otra vez en marcha la maquinaria y las líneas de pintura y de montaje bruto y final en una factoría que emplea de manera directa a 5.000 personas. El arranque será al ralentí, con un único turno –de mañana–, y la propia compañía asume que en los primeros días el ritmo de producción apenas permitirá lanzar un centenar de vehículos de los modelos Vito y Clase V. Se estima que estas primeras jornadas diariamente se construyan 100 vehículos, cuando antes de la crisis -con los tres turnos operativos y a pleno rendimiento- esta cifra rondaba los 700.
Los trabajadores del primer turno han entrado de forma escalonada a la planta. A todos se les ha tomado la temperatura y facilitado una mascarilla en los tornos de acceso. Además, la empresa ha realizado cambios en los puestos de trabajo para cumplir la distancia de seguridad y clausurado algunas zonas, como la cantina. Las instalaciones también serán desinfectadas diariamente.
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Los operarios tendrán que habituarse a los equipos de protección individual (EPIs) –guantes, mascarillas, geles desinfectantes, pantallas faciales, gafas protectoras...– que a partir de ahora les acompañarán durante su jornada de trabajo. Esto generará «un estrés y un cansancio» entre el personal que, según el comité, no ha sido tenido en cuenta por la dirección y que ha hecho finalmente que los sindicatos hayan rechazado el acuerdo para dar el visto bueno al arranque propuesto por Mercedes.
El comité estará vigilante para que se cumplan las medidas de protección «porque está en juego la salud de todos nosotros»
Los representantes de la plantilla estarán «vigilantes» para que se cumplan esas medidas de protección «porque está en juego la salud de todos nosotros, que está por encima del número de vehículos que se tienen que hacer». Incluso inciden en la situación de «vulnerabilidad» que pueden presentar algunos trabajadores de la factoría, «que no deberían ser llamados a trabajar hasta la activación del último turno».
Primera semana al ralentí
Porque durante las dos primeras semanas la fábrica solo trabajará de mañana y en esta en concreto la producción será más si cabe al ralentí porque solo tiene tres días hábiles ya que mañana es festivo por San Prudencio y el viernes por el Primero de Mayo. A partir del 11 del próximo mes se incorporará el turno de tarde y desde el 18, y si no hay cambios sobre la previsión inicial, trabajarían los tres turnos.
La principal atención en estos primeros días, no solo de los sindicatos sino también de los jefes de equipo, se pondrá en esos puestos 'conflictivos' –en torno a 200– donde mantener la distancia de dos metros será más complicado. La empresa sigue buscando «soluciones técnicas y organizativas que contribuyan a reducir» esa exposición al contacto entre los trabajadores.
El Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales-Osalan es conocedor de estos protocolos y medidas de seguridad que Mercedes también ha trasladado a otras administraciones públicas. Crear un entorno laboral «seguro y que genere confianza» es la principal premisa del director, Emilio Titos, para a partir de ahora retomar una producción industrial «que la sociedad y nosotros necesitamos». De hecho, el arranque de la factoría vitoriana también supondrá el incremento de actividad en muchos proveedores y talleres auxiliares.
«Es importante arrancar, pero hacerlo de manera paulatina»
A las seis de la mañana entrará hoy a trabajar, como lleva haciendo 32 años, el vitoriano Avelino Barredo, consciente de la importancia de que «la actividad tiene que volver a Mercedes, pero al principio debe hacerlo de manera paulatina, tomando las medidas de seguridad necesarias». Asegura que «todos tenemos que ser responsables y respetuosos con esas normas» que «nos van a cambiar la manera de hacer el trabajo. Al principio habrá que tener paciencia».