¿A cuánto está el kilo de perretxikos y caracoles a una semana de San Prudencio?
Los alaveses llevan tres semanas haciendo acopio de estos dos manjares, a escasos nueve días de que comiencen las fiestas
Comienza la cuenta atrás. En nueve días el sonido de los tambores y las trompetas descorchará con su inconfundible retreta las fiestas de San Prudencio. Un jolgorio que vendrá acompañado esa noche y en la siguiente por las cenas en las sociedades gastronómicas y en los diferentes hogares donde el menú lo presidirán los perretxikos y los caracoles. Y para que los ingredientes estrella no fallen a la cita, muchos vitorianos compran desde hace tres semanas de medio kilo en medio kilo y de tarro en tarro. Aunque el arreón de ventas, apuntan los comerciantes, tendrá lugar a partir del próximo lunes.
Los vitorianos no deberán rascarse este año más el bolsillo, dado que los productos mantienen los precios del año pasado. El kilo de perretxikos rondaba ayer en la plaza de Abastos entre los 42 y 55 euros, aunque en otros establecimientos de Vitoria se llegaron a ver a 80 euros. Las últimas lluvias, confían, ayudarán a que haya más unidades y con ello se baje el precio. El otro manjar, los caracoles, oscilaban entre los 8,45 y los 21,95 euros, en función del tamaño del tarro, de 300 gramos o de un kilo. «En este mes se vende lo mismo que en el resto del año», describían en Laurentino.
«Para la compra de perretxikos no hay que coger número». Es el mensaje que se puede leer en un cartel en el puesto Mari. «Se está vendiendo como en años anteriores, a buen ritmo», apunta Damián Ruiz de Larrea, mientras entrega una bolsa con medio kilo de setas a Rosa Bermúdez. «Es una tradición. Los haremos con aceite y huevo», avanza esta vitoriana.
En el puesto de Rosa Mari también «va cogiendo ritmo la venta», a la espera del tirón de la última semana. «Somos optimistas, la fiesta de San Prudencio siempre anima en la compra». Las tres cestas que ayer ponían a la vista del cliente invitaban a adelantar la fiesta del patrón. Algo que dejó entrever Sonia Ortega. «Ponme medio kilo. Para las fiestas no llegan, tendremos que comprar de nuevo», reía.
Los establecimientos de venta de comida también frecuentan estos días el mercado. «Hemos comprado dos kilos para probar los menús. Siempre vendemos boles de caracoles con perretxikos», explicaba Waleska, de Precocinados Tere. La semana que viene regresarán, como miles de vitorianos que empiezan a saborear San Prudencio.