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Una mujer que llama a la puerta de su madre, víctima del robo de bebés, inicia el relato de 'Alma negra', la última novela de Ibon Martín. El escritor donostiarra regresa en pleno 'boom' del género policíaco vasco. «Los autores del 'euskal noir' exportamos nuestras novelas, que se traducen ya a otras lenguas», indica el autor. «Cuando publiqué 'El faro del silencio', ya hablé de 'euskandinavo' para referirme al fenómeno que yo entiendo como esa capacidad para apoderarnos de elementos de la novela del norte de Europa y llevarlos a nuestro entorno». Hoy protagonizará un nuevo encuentro del Aula de EL CORREO que tendrá lugar en la Casa de la Cultura Ignacio Aldecoa del parque de La Florida, en Vitoria, a partir de las 19 horas. El acto cuenta con la colaboración de la editorial Plaza Janés.
Ponente. Ibon Martín en conversación con el escritor vitoriano Álvaro Arbina.
Lugar y hora. Hoy en la Casa de la Cultura Ignacio Aldecoa del parque de La Florida a las 19.00 horas.
El característico paisaje, el clima, el aislamiento geográfico e, incluso, la manera de ser, tan introspectiva, explican, a su juicio, este éxito literario. «Todos buscamos lugares pequeños y apartados porque funcionan mejor como escenario de las tramas». Asegura que los Montes de Hierro, en la zona minera vizcaína, proporcionaban el telón desasosegante que requería esta obra. «Es un ámbito torturado por la mano del hombre con sus propias leyendas y, a partir de ahí, comencé a configurar el relato».
El Nervión establece una frontera entre las dos realidades sociales recogidas en la historia. «La familia pudiente de la Margen Derecha de la Ría decide sobre la vida de quienes están al otro lado y me apetecía entrar en esa dualidad decimonónica, cerca tanto en el espacio como en el tiempo», remarca.
Los conflictos de Julia y Ane, dos ertzainas que habían aparecido en entregas anteriores, quedan resueltos en 'Alma negra'. La primera ha sido una niña robada, mientras que la segunda ha sido suspendida profesionalmente. «Ahora sus respectivos misterios encuentran una resolución, aunque nada es lo que parece y el final resulta intrincado», advierte Ibon Martín. «Tienes que contar con personajes sólidos porque si ellos flaquean, no hay solución».
La importancia del paisaje es otra seña de identidad del escritor guipuzcoano. Los Montes de Hierro es un lugar duro, lleno de cicatrices, tal y como sucede con Julia. «Recurrimos al medio rural, a lo agresivo del clima, las lluvias y los bancos de niebla, al hábitat diseminado, circunstancias vinculadas a nuestro día a día». Algunas novelas de Jon Arretxe y Mikel Santiago se han convertido en series. ¿Puede ocurrir lo mismo con sus historias? «No hay reconocimiento más objetivo de tu trabajo que las ventas, pero también constituye una satisfacción que te lleven a la pantalla, grande o pequeña», contesta. «Hay negociaciones abiertas y confío en que lleguen a buen puerto».
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