Los hoteles alquilan salas por horas o facilitan pedidos de comida para sobrevivir
Los establecimientos principales de Vitoria están abiertos aunque su ocupación es escasa mientras la red rural permanece inactiva
La pandemia del coronavirus ha trastocado la vida de todos, la personal y la laboral. El teletrabajo ha ganado un protagonismo inesperado y la necesidad ... de readaptarse en todos los ámbitos se ha impuesto. Los hoteles no son una excepción; se reinventan y explotan todas las opciones. Cualquier ingreso es importante en un periodo en el que la ocupación es escasa en los establecimientos de Vitoria y nula en la red rural. Los agroturismos carecen de clientes desde que se prohibió la movilidad entre municipios el pasado 26 de octubre.
En la capital, la actividad del sector se concentra de lunes a jueves, gracias a quienes se desplazan por trabajo «y algún equipo deportivo», coinciden Gema Guillerna, del NH Canciller Ayala y Javier Ortiz, del Gran Hotel Lakua.
En un momento en el que «se producen más cancelaciones que reservas», según indica Ortiz, los hoteles dan servicios como «el alquiler de salas por horas para entrevistas, pequeñas reuniones. Es algo que antes no se producía», aclara Guillerna. «Se nota algo más esa petición de sala, pero todo dentro de que hay poco movimiento», añade el jefe de recepción del Lakua.
Con la hostelería cerrada, los alojamientos también ofrecen distintas alternativas, como el 'room service' o que los restaurantes de Vitoria que sirven a domicilio lleven sus pedidos a los clientes de los hoteles. En el Sercotel Boulevard y en el Hotel Hito, por ejemplo, «disponen de un listado de todos los locales que dan este servicio», indica Iván Saldaña, propietario del Hito, que ha convertido dos habitaciones en espacio de comedor. En el Boulevard, «como tenemos 54 habitaciones con cocina, ahí encuentran todos los utensilios y si no quieren cocinar la piden a esos restaurantes», explica su director, Asier Aguirre.
En su adaptación a las necesidades actuales, el Lakua ha incorporado el servicio a la inversa. Como hotel, mantiene la pensión alimenticia de sus huéspedes y, además, «facilitamos la recogida de comida o llevarla a domicilio para no alojados».
Agroturismos a cero
Las restricciones de movilidad impiden los viajes por ocio y han provocado cambios en el asueto. «Hemos notado un incremento en el spa y quien se da el capricho y se aloja el fin de semana siendo de Vitoria», explica Javier Ortiz. Sin embargo, esas limitaciones han agravado la situación de las casas rurales y agroturismos. «No tienen que cerrar por obligación, pero no hay clientes. De facto, están cerrados», explica Idoia Ezkurdia, gerente de Nekatur, asociación a la que pertenecen 47 establecimientos en Álava. La incertidumbre del futuro les pesa «porque parece que va para largo».
Ni los agroturismos ni los hoteles pueden acceder a las ayudas del Gobierno vasco para la hostelería. «Esperemos que se amplíen a todo el negocio del acogimiento», confía Elena Martín, presidenta del ramo en SEA-Empresas Alavesas.
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