La jueza se impone a la voluntad de los padres y decide que Hazia se llame finalmente Zia
La magistrada opta por un nombre en latín que significa lo mismo que el que habían elegido sus padres en euskera: semilla
«La palabra propuesta significa en el euskera usual 'semen' y la connotación sexual es la más habitual siendo un sustantivo que acostumbra a ir ... unido al verbo 'bota' de modo que 'hazia bota' viene a significar eyacular. Por lo tanto entiendo que no se cumplen los requisitos legalmente exigidos para la inscripción en los términos solicitados». De esta manera justificó este miércole la juez su decisión de no admitir Hazia como nombre de niña, como solicitaba una familia vitoriana. Así se lo hizo saber cuando sus padres y su abuela acudieron a los juzgados de Vitoria para intentar que se aceptara su elección. Del encuentro salieron con la negativa y con el nombre elegido para la pequeña, nacida el pasado 22 de octubre, por el registro: Zia.
«Nos han dicho que lo han elegido porque en latín significa lo mismo que Hazia en euskera, semilla, y porque en latín solo tiene esa acepción», confirmó indignada Rosa María Manteiga, amama de la pequeña. Están «muy desilusionados y enfadados» con la decisión y por ello recurrirán a la Dirección General de la Seguridad Jurídica y Fe Pública, en Madrid, para lograr que la bebé se llame «como han elegido sus padres, que es su nombre y no otro que le pongan por obligación».
Noticia Relacionada
¿Cuáles son los nombres más frecuentes entre niños en Euskadi?
Padre, madre y abuela llegaron a los juzgados pasadas las 12.00 horas con la intención de lograr que la magistrada autorizara el nombre que habían elegido para su segunda hija. «Lo buscaron con cariño y para ellos tiene mucho significado porque es la semilla de su familia», recordó Manteiga. Tras la primera negativa del registro y un encuentro tenso con la magistrada la semana pasada, sabían que la posibilidad de lograr su objetivo era complicada. También eran conscientes de que casi con total seguridad iban a elegir por ellos dado que la ley da potestad a los magistrados para escoger en el caso de que la elección de los progenitores no se considere apropiada y si no dan una alternativa en el plazo de tres días.
La normativa española, que data de 1957 pero que ha ido actualizando con el paso de los años y las modas, prohíbe, entre otros, los nombres que lleven a burlas o denigre al menor. En Euskadi, además, en caso de duda los funcionarios recurren a Euskaltzaindia. En el caso de la menor vitoriana, el auto judicial refleja que según este organismo «'hazia es un derivado del verbo hazi, que significa criar, mantener, alimentar, nutrir. Por lo tanto, sería posible (darle ese nombre) siempre que su significado no se considere inadecuado'».
Derivado de un verbo
De esa información, la magistrada extrae dos consecuencias: «la primera que Euskaltzaindia no reconoce Hazia como un nombre propio y la segunda que no emite consideraciones jurídicas sobre la procedencia legal de la palabra 'hazia' como nombre propio y que únicamente certifica que es un derivado de un verbo con un significado. Ni siquiera se atreve a aventurar el significado de la palabra en sí». Además, remarca que la propuesta de la familia «no aparece en ningún Registro Civil español» ni hay pruebas de «su admisión en otras lenguas diferentes del euskera».
Ninguno de los argumentos convence a la familia de Hazia y el que apunta a una connotación sexual les indigna especialmente. «Una semilla es un germen, y el semen es una semilla, entonces sí, pero en ningún momento pensamos que pueda ser peyorativo para la niña, ni que vaya en detrimento de ella. El nombre de Hazia se ha elegido con muchísimo cuidado por parte de los aitas. Para ellos es su semilla, y bueno que tenga dentro de otros contextos otro significado, a nosotros no nos importa, la verdad», aclaró en la puerta de los juzgados con el auto en la mano y el enfado en el tono de voz. Del documento leyó literalmente ante los medios de comunicación que «siguiendo la previsión legal se pondrá a la niña el nombre de Zia, que resulta fonética y semánticamente equivalente al inicialmente solicitado, sin connotaciones negativas, y registrado en otras ocasiones como nombre propio».
La prueba de ello está en la web del Instituto Nacional de Estadística, donde un buscador permite comprobar cuántas personas se llaman de la misma forma. Según esta herramienta en España, a fecha 2021, existían 116 Zia, curiosamente 84 hombres con un promedio de 40 años, y solo 32 mujeres, con una edad media de casi 6 años. Viene del latín y significa, tal y como apuntó la amama de la menor, semilla o grano, aunque otras fuentes lo relaciona con la cultura árabe para la que es esplendor. En países como Italia, también es la forma coloquial de decir mujer. Pero en todo caso, «no queremos un nombre con 'x' significado en latín, sino con un significado en euskera. Así que la niña no se llama Zia, la niña se va a llamar Hazia y vamos a hacer todo lo posible para que quede registrada casí», zanjó María Rosa Manteiga.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión