Los guardas forestales de Álava arremeten contra los proyectos de parques eólicos
Consideran que conllevarían un impacto «severo y permanente» y recuerdan que dos de ellos se ubican en zonas catalogadas
el correo
Viernes, 30 de abril 2021, 10:32
La Asociación profesional de guardas forestales de Álava se muestra muy crítica con los proyectos de parques eólicos que aspira levantar Aixeindar, la sociedad que componen el Gobierno vasco e Iberdrola, en la provincia. En concreto, sus planes se localizan en Arkamo, Iturrieta, Azáceta, Labraza y también en Aramaio, este último en fase mucho más embrionaria. Consideran que conllevarían un impacto «severo y permanente».
El colectivo defiende que dos de los emplazamientos figuran en el Catálogo de Paisajes Singulares y Sobresalientes de Álava. además de ser Zonas de Especial Conservación (ZEC). Indican que se trata del proyecto para los Montes de Iturrieta, situado en el interior de la ZEC Entzia y muy próximo a la ZEPA de Sierras Meridionales, y el de Arkamo, ubicado en el interior de la ZEC Arkamo, Guibijo Arrastia y que se solapa con la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de Sierra Salvada en Arrastaria.
Los guardas forestales alaveses argumentan que «la mera calificación de estas zonas como ZEC y ZEPA debería ser motivo de exclusión de las mismas de la nueva industrialización eólica, ya que son zonas de especial protección y de alto valor ambiental. Como ejemplo del «severo e irreparable» impacto que puede tener la construcción de dichas centrales eólicas indican que cada uno de los 34 molinos sería «tres veces más alto que el edificio de mayor altura de Vitoria y cada aspa con sus 71m daría lugar a una zona de barrido de 1,5 hectáreas por molino».
Asimismo, esta agrupación recalca que Arkamo e Iturrieta, junto con la central eólica que se proyecta en Azaceta, están dentro de corredores que conectan los Pirineos con el macizo de los Picos de Europa. En concreto, el de Labraza conecta la ZEC- ZEPA de Sierras Meridionales con la ZEC del río Ebro. «El objetivo de estos corredores es permitir la movilidad de la biota y evitar que la fragmentación del territorio entre espacios de la Red Natura 2000 sea cada vez mayor. Las barreras que suponen las centrales eólicas de Elgea-Urkilla, Badaia más las proyectadas de Arlaban, Iturrieta, Azaceta, Arkamo y Salinas de Añana, crean una sinergia que es negativa para la fauna migrante y que tendrá consecuencias impredecibles en el paso de la paloma, por poner un ejemplo, y en general para toda la fauna migrante», afirman.
Los guardas forestales también recuerdan que el proyecto eólico de montes de Iturrieta «está proyectado en una zona geológicamente inestable, en un sinclinal. de calizas blandas, dolomías, que debido a la fuerte pendiente de la ladera Norte produce periódicamente desprendimientos de importantes porciones de terreno, como los que se produjeron en 2017 los días 22 de junio a las 21 horas y el 23 de junio por la mañana a la altura de Arrizala».
Respecto al proyecto de Labraza, inciden en que está cerca de la premiada villa medieval del mismo nombre, que está incluida en la Red de corredores regionales entre la Sierra de Codés y la Sierra de Cantabria; una es zona ZEC y la otra, ZEPA. Por ello, aseguran que «la fragmentación del hábitat especialmente para las aves, sería evidente».
Esta asociación recalcal que «estamos a favor de las energías renovables, pero que sean sostenibles. Entendemos que la planificación debe de comenzar por el máximo respeto al medio natural». Por ello, reclaman un Plan Territorial Sectorial (PTS) eólico consensuado por el conjunto de la sociedad vasca que guíe cualquier proyecto posterior, «teniendo como eje vertebrador la preservación de nuestro rico patrimonio natural, del cual nos sentimos orgullosos, y por el que así somos reconocidos más allá de nuestros límites provinciales».