«La investigación en Euskadi necesita talento y financiación para mantener su alto nivel»

– ¿En qué consiste el trabajo premiado con la Medalla Taylor?

– En la industria 4.0 hablamos de intentar predecir lo que va a suceder en la planta de producción y para eso hay que desarrollar unos modelos que necesitan unos parámetros de entrada que, dependiendo de su exactitud, su predicción será mejor o peor. Nosotros hemos desarrollado una metodología que va a mejorar el acabado de la superficie de las piezas, sobre todo, en sectores críticos como la automoción o la aeronáutica.

– El galardón reconoce su investigación pero, de alguna manera, ¿valora también la apuesta de Euskadi por la industria puntera?

– Absolutamente. En temas de fabricación avanzada estamos muy bien posicionados no sólo a nivel nacional sino internacional. La investigación que se realiza en Euskadi es de alto nivel.

– ¿Y cómo se mantiene?

– Lo primordial es que haya financiación para los proyectos que se realizan y lo segundo, que se retenga el talento y que los doctorandos que se forman en Euskadi se queden en Euskadi.

– Usted ha podido investigar en 'casa' pero otros, muchos, se marchan al extranjero. ¿No le tentó la idea?

– Siempre ves ofertas tentadoras, de Alemania, de Suiza..., pero yo soy una persona muy familiar y me parece importante estar con los tuyos y también que el ambiente de trabajo sea bueno, y eso lo tenía aquí.

– Pero los investigadores se encuentran con una escasa estabilidad, sueldos precarios...

– En la investigación todavía queda por remar pero debe ser una apuesta clave para el futuro. Si queremos ser buenos tenemos que generar conocimiento y eso se logra, básicamente, a base de investigar.

– ¿Cómo está posicionada la industria alavesa?

– El tejido industrial de Álava es bastante potente, sobre todo en la automoción, y no sólo por empresas como Mercedes, sino por todas las pequeñas que le suministran.

– Tras un año complicado por la crisis de los microchips, el gasto energético, el encarecimiento de las materias primas... ¿Cuál es el siguiente reto?

– Buf, es complicado, hoy es muy difícil predecir lo que va a pasar... Creo que viene un cambio muy brusco porque las empresas que fabrican componentes del motor de combustión van a tener que cambiar totalmente con el vehículo eléctrico. El número de piezas de uno a otro se reduce alrededor de un 80%, y estas empresas o se actualizan o van a tener que cambiar de sector.

– ¿Y ese cambio que avanza es una oportunidad o una amenaza para la economía del territorio, la más industrial de Euskadi?

– Yo todos los cambios los considero oportunidades. Hay que actualizarse porque a muchas empresas no les va a servir lo que han hecho hasta ahora.

– ¿Qué vehículo conduce?

– Uno de combustión y ahora que estoy pensando en cambiar de coche, me surge la duda. La diferencia de precio aún es importante.