González cree «un error» dejar Rioja pero dice que «respeta» Viñedos de Álava

La batalla por el control del sector del vino alavés se ha recrudecido en las últimas semanas. La tramitación de la nueva Denominación de Origen que reclama un grupo de bodegas -una minoría de las 110 representadas en ABRA y supuestamente de carácter familiar y de tamaño medio o pequeño- ha avanzado en su camino al obtener el visto bueno del Gobierno vasco. La Diputación garantizó que no pondrá piedras en su camino -no tramitará ninguna alegación que pueda frenar el proceso- y llegó a admitir que había colaborado en la redacción del documento que sustenta la ruptura, aunque ayer González circunscribió esta participación a «cuestiones técnicas» y «no políticas». «No se ha apoyado nada, se ha dado traslado de un expediente. El informe era preceptivo», explicó. En todo caso, el inesperado avance del movimiento de ruptura y la tibieza con la que lo abordó el PNV en un primer momento provocó un seísmo en el sector, que ya parece dividido en dos posturas. La de defender la necesidad de permanecer en la DOC Rioja -en la que se alinearon inmediatamente PP y PSE- y la de apoyar la ruptura, como ayer volvió a pregonar EH Bildu, que lo considera una «demanda histórica».

Ramiro González abundó ayer en el medido posicionamiento peneuvista. De un lado, reiteró el discurso adoptado por su partido, al menos en Álava. Esto es, mostrar como opción preferente la consecución de una Denominación de Origen Rioja Alavesa «dentro del paraguas de Rioja». Es decir, sin ruptura, una convivencia de marcas al estilo de Burdeos, donde el gran nombre de recorrido internacional de la región comparte espacio en la etiqueta con referencias a denominaciones menores como Saint Emilion o Pomerol. Esto no es posible en España ahora. Para conseguirlo sería necesario cambiar la Ley del Vino «y vamos a trabajar» en ello, aseguró, en referencia a su partido, que goza de nuevo de una importante influencia en Madrid. Y tampoco es posible sin acuerdo con el Consejo Regulador, dado que está en su mano el uso del término 'Rioja Alavesa', del que es propietario legal. A este respecto, González dijo ayer «esperar la comprensión» del Consejo -que preside un alavés, Fernando Salamero, director financiero de Marqués de Riscal en Elciego- porque «el consumidor pide cada vez más una diferenciación del vino. En Rioja -enfatizó- hay vinos muy diferentes y zonas de producción diferentes y Rioja Alavesa tiene un modelo propio. Pequeñas firmas muy unidas al terreno compatibles con bodegas de prestigio».

Junto a esta postura, González marcó también su posición respecto a 'Viñedos de Álava'. «La respetamos como a cualquier otra iniciativa empresarial, pero no la compartimos», dijo. No aclaró, sin embargo, por qué la Administración foral se inhibe de alegar para frenar su tramitación, como descartó de forma rotunda el diputado de Agricultura, Eduardo Aguinaco. Tampoco se posicionó respecto a las pretensiones de ABRA de que las bodegas que se adhieran al nuevo sello puedan mantener también su pertenencia a Rioja, lo que en Logroño se ve inviable. «No sé si esa denominación tendrá recorrido, si llegará al final ni en qué condiciones», remachó.

El debate de fondo llegará al Parlamento vasco mañana, cuando el PP defenderá una proposición no de ley para que el Gobierno vasco delegue en la Diputación su presencia -con voz pero sin voto- en el Consejo Regulador. «La ausencia reiterada del representante del Gobierno vasco en muchos de los plenos nos lleva a presentar esta propuesta», sostuvo la parlamentaria popular Mari Carmen López de Ocáriz.