El Gobierno vasco asumirá la obra del acceso del TAV a Vitoria y Bilbao para acortar plazos

Aunque las fuentes consultadas reconocen que cumplir el cronograma previsto es «muy complicado», las administraciones se conjuraron para dar un nuevo impulso a la 'Y' vasca. Era una de las exigencias que el PNV puso sobre la mesa el pasado diciembre para facilitar la investidura de Pedro Sánchez y el Ministerio de Transportes tuvo ayer el gesto que esperaba Lakua: Va a proceder a ampliar la encomienda de gestión para que el Ejecutivo autónomo, que durante la última década ha construido el ramal de Gipuzkoa, asuma ahora por primera vez la materialización de obras en los territorios de Álava y Bizkaia. Como ha ocurrido con los proyectos previos, el Gabinete Urkullu adelantará el dinero y posteriormente lo descontará del Cupo que entrega al Estado. Ese cálculo que deben pactar las haciendas española y vasca es el trámite pendiente.

Aunque portavoces del Ministerio de Transportes advirtieron de que el traspaso aún debe analizarse, fuentes del Gobierno vasco dieron por hecho que las obras del 'supertúnel' que debe llevar el TAV desde Zaratamo hasta la estación de Abando (Bilbao) pasarán a ser su responsabilidad. Se trata de una galería de 7,1 kilómetros que debe horadarse por el monte Malmasin y bajo el polideportivo de El Fango y los barrios de Ollargan e Irala. Inicialmente correrá en paralelo a la autopista A-8 para alcanzar posteriormente en varios puntos los 60 metros de profundidad, más que el suburbano.

Según ha podido saber este periódico, el Ejecutivo vasco tiene ya muy avanzados los bocetos del que va a convertirse en el mayor túnel de Euskadi. Es una de las razones por las que en Lakua estiman que pueden ganar tiempo asumiendo las labores. La otra es que la financiación quedaría blindada, aunque el coste de la galería aún no se ha cuantificado. Sí que se sabe que, pese a su longitud, la galería podría culminarse en apenas once meses. Es el cálculo de los técnicos.

El otro gran proyecto que asumiría el Ejecutivo vasco sería el de la entrada de Vitoria, un trazado que está menos definido. La idea es que Lakua asuma la ejecución de la plataforma que llevará el TAV desde el 'nudo' de Arkaute hasta el entorno de Salburua. Las cesiones del Estado en ningún caso incluirán las obras de soterramiento y remodelación de las estaciones de la capital alavesa y de Bilbao. Dos macroproyectos diferentes a los de los accesos que el Ministerio de Transportes quiere liderar.

La reunión que mantuvieron ayer en la sede del Ministerio de Transportes Ábalos y Tapia duró casi dos horas y dejó un buen sabor de boca en la delegación vasca. La consejera mostró posteriormente su «satisfacción» por el impulso que las decisiones adoptadas puede dar a la puesta en marcha del TAV. Se considera un empujón decisivo para que la fecha de apertura no siga alejándose en el tiempo cuando están a punto de cumplirse 15 años desde que se iniciaron las obras. La complicada orografía vasca, la amenaza de ETA, la crisis económica y los vaivenes de la política nacional han sido losas pesadísimas en este tiempo.

La voluntad del Gobierno central por acelerar la 'Y' vasca también quedó reflejada ayer en un segundo anuncio. Transportes está redactando ya el proyecto para instalar la 'superestructura' -vías, catenaria, balizas de seguridad...- en el trazado vasco. Lo habitual en la construcción de otras líneas del AVE en España era esperar a que toda la plataforma estuviera culminada para iniciar esta segunda fase. En Euskadi, el proceso se va a adelantar para ganar tiempo. El ministro Ábalos garantizó a su homóloga Arantxa Tapia que la 'superestructura' no será un elemento «crítico» que provoque más retrasos.